martes, 30 de diciembre de 2008
Otro año más...
Siempre suelo ser muy optimista y además, viendo todo lo que uno ha pasado y ver que sigue vivo le hace pensar que al final todo se supera (a toro pasado...), por eso siempre tengo fe en el año siguiente, siempre confío en que será un buen año y que aunque me pasen cosas malas, cuando dentro de un año me siente a redactar estas mismas líneas, diré que al final no fue tan duro.
He encontrado nuevos amigos, nuevos rumbos, nuevas decisiones, he cambiado de manera de pensar, he hecho locuras, he sido un poquito más valiente y sobre todo, me he acercado mucho a la persona que me gustaría ser. Este año ha sido un año lectivo para mi, un año de aprender cosas, de ver la vida desde otro prisma y sobre todo el año del "dejar que fluya". El mundo es mucho más sabio de lo que el hombre se empeña en demostrar y día a día lo compruebo. Todo llegará. Por eso este año me ha enseñado mucho y lo despido con cariño y orgullo, esperando poder encarar el 2009 con ambición, pero sobre todo, con optimismo.
lunes, 29 de diciembre de 2008
"Mi tierra eres tú"
Mi tierra eres tú.
¿Mi gente?
Mi gente eres tú.
El destierro y la muerte
para mi están adonde
no estés tú.
¿Y mi vida?
Dime, mi vida,
¿qué es, si no eres tú?
domingo, 28 de diciembre de 2008
El día de los inocentes.
Y eso me ha hecho pensar. Pensar en que significa exactamente la inocencia hoy en día. En quien es inocente y quien no lo es.
Y no sé si me ha gustado la conclusión a la que he llegado. Me gusta la gente inocente, pero no creo que haya nadie inocente del todo. La inocencia es a la maldad lo que la objetividad al periodismo, es decir, una mentira.
Nadie es del todo inocente, ni del todo culpable. La vida está llena de tonalidades grises y casi nada es blanco o negro.
Y pienso que ahí está el error de mucha gente. Ahí está la causa d que nos obcequmos tratando de buscar algo que sabemos de antemano que es imposible que alcancemos. Por eso hoy no debería ser el día de los inocentes, debería ser el día de la inocencia, como algo que hay que buscar, a lo que hay que tender, pero a lo que no se va a llegar.
miércoles, 24 de diciembre de 2008
Feliz Navidad
Eso sí, que eso no le impide desearos una muy feliz navidad :) nos vemos en unos días!
lunes, 22 de diciembre de 2008
El día de la salud.
Todos nos acostamos esta noche imaginando levantarnos al día siguiente un poquito más ligeros. Con un poquito menos de preocupaciones, con un porquito menos de hipoteca, con un poquito menos de deudas. En fin, con un poco más de dinero.
Y a lo que no nos toque nada.... pues bueno, al menos tenemos salud ¿No?....
Posdata: Si me toca os enteraréis...
sábado, 20 de diciembre de 2008
Cassandra´s Nigthmare
El ritmo resulta muy lento al comienzo, la película no engancha, y los dos protagonistas (Ewan Mc Gregor y Colin Farell), carecen en todo momento de conexión y credibilidad a la hora de representar el papel de hermanos.
Sin embargo, a medida que va evolucionando la película, descubrimos una trama interesante y al principio sorprendente. Con la aparición de su tío comienza la mejor parte de la película, donde mejor se dejan ver los diálogos mordaces e irónicos característicos del director (ausentes, por otra parte, el resto del filme).
Hay que reconocer que el final resulta sorprendente, si bien el resto de la película es algo previsible, aunque no sirve para arreglar el estropicio. El final no resulta suficiente recompensa por haber aguantado las casi dos horas que dura la película.
Sorprende la actuación de Colin Farell, un personaje que se va desmoronando a lo largo del filme y que recuerda al mejor Colin de “Última Llamada”, sin duda, uno de los mejores papeles que ha realizado el actor últimamente, aunque deslustrado por el resto de los componentes de la película.
En cuanto al guión (aquí hay para todos), la trama resulta demasiado similar a la de “Extraños en un Tren” de Patricia Highsmith, la espectacular novela de misterio, solo que actualizada y contextualizada en el presente y en Inglaterra. Quizás si no recordara tanto a la novela, la película podría tener su atractivo (en cuanto a historia se refiere), pero desde mi punto de vista, el guión es usado como pretexto para tratar de contar algo más, aunque el espectador no llega a saber qué es eso debido a la multitud de temas que deja abiertos y en los que no se centra. Trata de ser una historia con moraleja para todos los ámbitos de la vida y se queda en una historia sin moraleja, una historia simple, solo nos queda la trama, vacía de sentido y carente de significado final.
Un Woody Allen ausente de su propia película, un Ewan Mc Gregor correcto como siempre (pero insuficiente) y unas actrices secundarias demasiado secundarias y simplistas (mantenidas al margen de la trama en todo momento), hacen de esta película un fracaso en cuanto a su intención, sea la que sea. No provoca ninguna sensación salvo la de pérdida de tiempo. Ni siquiera consigue abrir un dilema moral o ético en el espectador, ni siquiera llega a plantearse la verdad o mentira de lo que está viendo, pues se sabe en todo momento, que se está viendo una película.
Y eso es lo peor que le puede pasar a un filme.
jueves, 18 de diciembre de 2008
El turrón de chocolate blanco
pero solo a veces...
martes, 16 de diciembre de 2008
Una gran verdad.
Viktor Frankl.
Siempre, siempre tenemos elección. Y eso es algo que se aprende a base de tortas.
domingo, 14 de diciembre de 2008
viernes, 12 de diciembre de 2008
"La fortuna favorece a los audaces"
"Quien no arriesga no gana"
...
Y que por mucho que me las repita no me las acabo de creer...
Esperaremos un milagro mañana, o mejor dicho, que ocurra algo justo, que el examen sea coherente, que yo esté lúcido y sobre todo, que pueda demostrar todo lo que he estudiado...
porque he estudiado... creedme...
Y creedme también si os digo que eso no me garantiza ni siquiera un tres.
Así que dejaré los apuntes a un lado y comenzaré con las velas...
"Más raro fue aquel verano que no paró de nevar" ¿No?
Y esta si me la creo...
miércoles, 10 de diciembre de 2008
Las luces de navidad.
lunes, 8 de diciembre de 2008
Y a veces pasa...
Un recuerdo que se va a quedar así, en forma de recuerdo, perfecto, encerado por mi lustrosa mente, sacándole brillo una y otra vez. Un recuerdo que nunca me podrá haer daño. Un recuerdo que solo podrá hacerme sonreír.
Y eso es, así, sin más. Solo hay que asumirlo y encerrarlo en una gran perla, una perla que colocaré en el centro de la memoria y que sabré mirar cuando los tiempos me den recuerdos más amargos que mascar.
Y creo que esto me deja un paso más cerca de la persona que quiero llegar a ser.
Gracias, muchas gracias.
sábado, 6 de diciembre de 2008
Disfrutando como un enano...
Me encantan los profesores hueso y el sistema educativo español ¬¬
jueves, 4 de diciembre de 2008
"Dime por favor dónde no estas"
en qué lugar puedo no ser tu ausencia
dónde puedo vivir sin recordarte,
y dónde recordar, sin que me duela.
Dime por favor en que vacío,
no está tu sombra llenando los centros;
dónde mi soledad es ella misma,
y no el sentir que tú te encuentras lejos.
Dime por favor por qué camino,
podré yo caminar, sin ser tu huella;
dónde podré correr no por buscarte,
y dónde descanzar de mi tristeza.
Dime por favor cuál es la noche,
que no tiene el color de tu mirada;
cuál es el sol, que tiene luz tan solo,
y no la sensación de que me llamas.
Dime por favor donde hay un mar,
que no susurre a mis oídos tus palabras.
Dime por favor en qué rincón,
nadie podrá ver mi tristeza;
dime cuál es el hueco de mi almohada,
que no tiene apoyada tu cabeza.
Dime por favor cuál es la noche,
en que vendrás, para velar tu sueño;
que no puedo vivir, porque te extraño;
y que no puedo morir, porque te quiero.
(Atribuido a Borges. Autor: Gustavo Alejandro Castiñeiras. Nombre original: Poema de un Recuerdo)
martes, 2 de diciembre de 2008
Los espectadores-basura.
domingo, 30 de noviembre de 2008
"I hope you blow away"
Loose lips sunk ships
I'm getting to grips with what you said
No it's not in my head
I can't awaken the dead
Day after day
Why don't we talk about it
Why do you always doubt that there can be a better way
It doesn't make me wanna stay
Why don't we break up
There's nothing left to say
I got my eyes shut
Praying they won't stray
Oh we're not sexed up
That's what makes the difference today
I hope you blow away
You say we're fatally flawed
When I'm easily bored
Is that OK?
Strike me off your list
Make this the last kiss
I walk away
Why don't we talk about it?
I'm only here don't shout it
Give 'em time, you'll forget
Let's pretend we never met
Why don't we break up?
There's nothing left to say
I got my eyes shut
Praying they won't stray
Oh we're not sexed up
That's what makes the difference today
I hope you blow away
Screw you
I didn't like your taste anyway
I chose you
That's all go to waste it
It's Saturday
I'll go out and find another you
Why don't we?
Why don't we break up?
There's nothing left to say
I got my eyes shut
Praying they won't stray
Oh we're not sexed up
That's what makes the difference today
I hope you blow away
I hope you blow away
I hope you blow away
viernes, 28 de noviembre de 2008
Muerte en la rectoría - Michael Innes
miércoles, 26 de noviembre de 2008
De hecho, me recuerda a ti más que tú."
Groucho Marx
Bueno, sin razón. Es una frase que me ha parecido diverida y sincera. ¿Cuántas veces otras personas nos han recordado la manera de ser de ciertas personas más que ellas mismas? ¿Cuántas veces hemos buscado a gente en brazos de otra gente? Pues eso, sin razón.
lunes, 24 de noviembre de 2008
De canciones
Eso me cantaba Luis Fonsi al oído aquella mañana. Como tratando de hacerme recordar, de llevarme a un sitio gris y olvidado donde empezar a ponerme triste.
Nunca había entendido esa manía mía de escuchar canciones deprimentes los días nublados. Quizás los días se nublaban cuando yo escuchaba canciones deprimentes, no sé. El caso es que Luis Fonsi a veces me gustaba y a veces no entendía como podía vivir de su música... A veces me cantaba al oído tonterías y a veces me lanzaba dardos envenenados.
Frases estúpidas. Sólo una cadena de palabras vacías que pesaban como una losa sobre mi cabeza.
Intenté no recordar, no dejar entrar a la melancolía y no sabía si lo estaba logrando.
Llovía mucho. Era tan fácil llevarse sin querer al estado lamentable de la autocompasión... era tan fácil revolver mis recuerdos buscando alguno que rumiar insistentemente mientras se ve llover.
Era demasiado fácil como para que yo, débil por definición, no me dejara llevar, arrastrado como estaba por la lluvia y por Luis Fonsi.
“You think that I´m strong, you´re wrong”
Robbie Williams venía, no a salvarme como cabría esperar, si no a darme un último empujón., a dejarme caer por aquel vacío que se abría ante mis pies. Pensé, pues es lo único que se me da bien cuando llueve, que también había frases que eran como golpes. Que te desarman y te dejan desnudo. Robbie Williams lo había conseguido. Se había colado en silencio en mi cabeza hasta colocarse a mi espalda.
En ese momento, y sin que yo pudiera evitarlo, destrozó el muro que tenía colocado frente a la lluvia.
Yo no era fuerte, ni creo que lo sea nunca. Pero eso no lo sabe (ni tiene que saberlo) nadie. Ese es mis secreto (y ahora el de Robbie Williams).
Tenía dos problemas:
El primero era que me sentía vulnerable, débil e indefenso ante cualquier recuerdo que acudiese a mi memoria. Me veía incapaz de decir: “Deja de pensar en chorradas”. Porque para mi no eran chorradas. Yo quería reír como lo hice esa madrugada, yo quería que todos pensaran que era fuerte.
Y el otro era que seguía lloviendo. La lluvia es a mi tristeza como la miel para las moscas. Me veía incapaz de recordar un solo día lluvioso en el que hubiera sido feliz.
Estaba paralizado. Me encontraba entre la absurda necesidad de salir corriendo y la de ponerme a gritar.
Aún no estaba todo perdido. Quizás si lograba quitar la música y ponerme en pie no sería demasiado tarde.
Aún no me había dejado arrastrar. Robbie Williams se había ido, abatido, junto a Luis Fonsi. Había ganado este asalto, pero aún quedaba muchas tarde... y no tenía pinta de parar de llover...
sábado, 22 de noviembre de 2008
Por todos los días perdidos y las tardes sin sentido.
jueves, 20 de noviembre de 2008
Dos palabras
martes, 18 de noviembre de 2008
"Pues amémonos hoy mucho, y mañana/digámonos: ?¡Adiós! "
¿Quieres que de ese néctar delicioso
no te amargue la hez?
Pues aspírale, acércale a tus labios
y déjale después.
¿Quieres que conservemos una dulce
memoria de este amor?
Pues amémonos hoy mucho, y mañana
digámonos: ?¡Adiós!
Gustavo Adolfo Bécquer
domingo, 16 de noviembre de 2008
El nudo de la corbata.
La cola para subir al bus avanzaba despacio, paso a paso. A Ricardo le recordó a las filas que hacen algunos animales para entrar al redil, todos en fila, todos al mismo paso, todos iguales, todos en el mismo vehículo... Se sentó en un asiento, aliviado de poder respirar, aunque el leve olorcillo del monóxido de carbono siguiera en su nariz y en su lengua.
Se puso a pensar en ella cuando una señora cubierta con un abrigo enorme y un millón de bolsas, trató de meterse a presión en el asiento de al lado. Ricardo la miró con cara de pocos amigos. Odiaba que se sentaran a su lado en el bus, la gente le invadía el espacio.
Como Marta. Con ella no podía haber espacio para nadie más. Ella lo llenaba todo. ¿No hacía mucho calor?
Se lo merecía. Claro que se lo merecía. Todo este tiempo había hecho de él lo que había querido, le había tenido alejado cuando necesitaba estar sola, le llamaba cuando necesitaba cariño. Siempre era ella, todas las horas eran ella.
¿Por qué se sentía tan mal entonces? Se desaflojó el nudo de la corbata y se quitó la chaqueta. La señora que iba a su lado en el bus resopló cuando Ricardo casi le saca un ojo con el codo. En otro momento, le habría sonreído y pedido perdón, pero ese día se limitó a mostrarle un colmillo de manera amenazadora. La mujer se calló y miró para otro lado.
¿Por qué demonios hacía tanto calor en ese autobús? ¿Es qué nunca iban a salir de la estación?
El conductor, obedeciendo quizás los deseos de Ricardo, se puso en marcha y los arrastró a todos por una serie de curvas sin sentido hasta llegar a la salida de la estación.
-Así me siento yo.- Pensó. – Dando vueltas en la oscuridad dentro de unas paredes envenenadas, intoxicadas por el humo del vehículo que me lleva.-
Era una alegoría bonita, pero seguía sin hacerle sentir mejor.
–Esa zorra se lo ha buscado. Es por tu culpa cariño. Te odio Marta.-
La odiaba mucho en ese momento. A lo mejor Ricardo pensaba que proyectando contra ella todo su odio se sentiría mejor luego. Pero no lo conseguía.
Pensaba, o quería pensar, que Marta le había lanzado a los brazos de Raquel de manera irremediable, aunque en el fondo de su corazón sabía que siempre había sido una elección suya. Se maldecía por tener conciencia. Estaba seguro de que todas las parejas que habían durado mucho tiempo habían pasado por unos cuernos, pero empezaba a dudar de la eficiencia de tal medida.
Le habían dicho que después de poner los cuernos volvería arrepentido a los brazos de Marta, que se esforzaría pro complacerla para que ella no notase nada, pero Ricardo no era así. Ya en el metro se había estado preguntando la verdadera razón de haber podido hacer lo que había hecho.
-He sido capaz.- Se decía .- Eso tiene que querer decir algo.-
Había quedado con Raquel solo para ver si podía hacerlo. Y podía. ¿Y por qué había podido? La pregunta le atormentaba.
Se pasó la mano por el pelo engominado. Le daba igual despeinarse, ya estaba sudando.
-Si he podido hacerlo es que quizás las cosas no van tan bien como yo pensaba.-
La señora cogió su móvil, después de casi empotrar a Ricardo contra la ventana, y se puso a conversar con alguien que debía padecer algún tipo de deficiencia auditiva, pues todo el autobús se estaba enterando de la llamada. Ricardo la fulminó con la mirada, pero ella parecía ajena a que se encontraba en un transporte público.
Se arremangó la camisa y se quitó definitivamente la corbata. Estaba harto de ese calor.
Decidió no pensarlo más. Había ganado. Le había puesto los cuernos por que se lo merecía. No iba a cambiar de opinión.
Respiró profundamente. Se sentía mucho mejor. Sonrió incluso.
-He ganado. Le he puesto los cuernos y nadie se enterará jamás.- Corrió la cortina de la ventana para que entrara el sol del atardecer. –Marta ya no domina mi vida.-
Se sentía exultante, se sentía nuevo, se sentía deseado por otra mujer, no despreciado por Marta, se sentía libre. Ya sabía que había vida más allá de su relación. Sabía que el mundo no terminaba donde acababan las sábanas de su novia. Ya le daban igual sus amenazas, no tenía porque permanecer a su lado, ella podía abandonarlo si quería, el mundo no se iba a parar, la vida iba a seguir.
Ya no era una posesión de Marta. Era, por fin logró saberlo, libre.
viernes, 14 de noviembre de 2008
¿Racista yo?
A veces creo que la gente es un poco así, un poco Susanita y que a todos se nos llena la boca diciendo que somos tolerantes y solidarios, pero que tan solo representamos un papel que toca representar en la sociedad. Hay que ser modernos, hay que ser liberales, hay que ser tolerantes. Sí, hay que serlo, pero si hay algo peor que ser racista (xenófobo, homófobo, misógino, fascista, misógino, etc.) es serlo, pero a escondidas.
miércoles, 12 de noviembre de 2008
"¿Dónde está la noche que me diste entera?"
OBK- Quiéreme otra vez.
Pídeme que yo seré lo que tu quieras
Quiero ser la vida que nunca me dieras
¿Dónde está? la noche que me diste entera
Por pedir te pido que me quieras
Si por las noches la oscuridad
Te cuenta cosas que no son verdad
La cara oculta de esa verdad
Sin ti no puedo ni respirar
Quiero tus alas para volar
Vivo pisando por donde vas
Quiero tu boca poder besar
Quiéreme otra vez
Quiero esas luces para bailar
Que el mundo sepa que somos dos
Quiéreme otra vez
Que ya no sé qué hacer
Si te vas mi vida se convierte en cero
Soledad que viene cuando no la espero
Vísteme con las palabras que yo quiero
No serás en mí sólo un recuerdo
Si por las noches la oscuridad
Te cuenta cosas que no son verdad
La cara oculta de esa verdad
Sin ti no puedo ni respirar
Quiero tus alas para volar
Vivo pisando por donde vas
Quiero tu boca poder besar
Quiéreme otra vez
Quiero esas luces para bailar
Que el mundo sepa que somos dos
Quiéreme otra vez
Que ya no sé qué hacer
lunes, 10 de noviembre de 2008
La felicidad...
sábado, 8 de noviembre de 2008
Sábado entretenido...
Me dije a mi mismo que quizás no fuera el mejor modo de pasar la tarde, pero que gracias a perder esa tarde, gnaría otras muchas más adelante. Quizás fuera verdad, o quizás solo me trataba de autoengañar...
Sólo sabía que aún me quedaba mucho rato de estar encerrado allí, viendo como poco a poco la luz del sol me dejaba en penumbras y yo me levantaba a encender las luces...
Pero esta noche... no me quita nadie la fiesta de esta noche...
jueves, 6 de noviembre de 2008
Adopta un amigo!
Una amiga mía dirige un blog coordinado por la asociación de protección de los animales en la que colabora.
Hoy solo quiero haceros llegar su dirección, por si podéis hacer algo por la cantidad de animales que se encuentran sin hogar o al menos trasmitir la dirección de la página a algún amigo.
Espero que le echéis un vistazo aunque sea.
Muchas gracias.
http://adopta1amigo.blogspot.com/
martes, 4 de noviembre de 2008
¿El efecto mariposa?
Creo que esto, bien explicado, es algo así como el efecto mariposa, pero yo me centro especialmente en las acciones que repercuten en nuestra propia vida. Nadie sabe qué e deparará el futuro, pero sí que puedo decirte que cada palabra que pronuncias (o que no pronuncias) es un camino nuevo en los millones de ellos que te puedes encontrar a cada segundo. Y que si no hubeiras hecho todo lo que has hecho, si no hubieras dicho todo lo que has dicho y si no hubeiras dejado de hacer todo lo que no has hecho ni callado todo lo que no has dicho, no te encontrarías ahora sentado frente al ordenador leyendo estas líneas.
Eso da que pensar. Porque cada acción cuenta. Hay (o habría) otra relidad paralela que se desdobla en cantones diferentes cada vez que se nos presenta la oportunidad de elegir. Y quien sabe donde estaríamos ahora si hubieramos cruzado corriendo esa calle, si no hubieramos perdido ese metro, si nos hubieramos atrevido a decir "te quiero"...
¿Y entonces esta realidad que vive cada uno es la correcta? Bueno, me gustaría pensar que si no es la correcta, al menos es la mejor para que aprendamos algo de la vida. Deberíamos ser capaces de ver todo esto cuando nos pasan las cosas, cuando se nos plantea la situación de elegir. Todo pasa por algo, o al menos eso dicen, y si elegimos correctamente en cada momento, la vida nos llevará sola hasta ese lugar que hemos estado esperando durante tanto tiempo... pero hay que ser valientes. Muchas veces, elegir significa dejar algo atrás, o lanzárse a lo nuevo, pero si no elegimos nosotros, la vida lo hace ella sola... y luego no hay marcha atrás.
domingo, 2 de noviembre de 2008
"Eras, instante, tan claro./Perdidamente te alejas,"
Eras, instante, tan claro.
Perdidamente te alejas,
dejando erguido al deseo
con sus vagas ansias tercas.
Siento huir bajo el otoño
pálidas aguas sin fuerza,
mientras se olvidan los árboles
de las hojas que desertan.
La llama tuerce su hastío,
sola su viva presencia,
y la lámpara ya duerme
sobre mis ojos en vela.
Cuán lejano todo. Muertas
las rosas que ayer abrieran,
aunque aliente su secreto
por las verdes alamedas.
Bajo tormentas la playa
será soledad de arena
donde el amor yazca en sueños.
La tierra y el mar lo esperan.
Ya ha llegado el otoño y tiene un parecid espantoso con el invierno, veremos como le plantamos cara a nuestro amigo de blanco...
viernes, 31 de octubre de 2008
La taza de colacao.
miércoles, 29 de octubre de 2008
El futuro...
lunes, 27 de octubre de 2008
La canción del Esla
El coche, seducido por las curvas de la carretera, se adentra poco a poco en la esencia de la más remota Castilla. Yo miraba por el cristal, empañado por mi tristeza y veía pasar, como en un sueño, árboles y bosques, personas, casas, caminantes y caminos, pero no veía nada.
Cruzábamos ahora por un puente que pasaba por encima del río Esla. Como si de un cuadro impresionista se tratara, las aguas reflejaban con gran maestría los colores que el otoño se había empeñado en reivindicar como suyos. Los valles colindantes se teñían de amarillos, marrones, verdes y ocres. Los abetos y las encinas se erguían orgullosas humillando a robles y otros árboles perednes, que mostraban entristecidos sus hojas muertas y amarillas.
El río cantaba, como tratando de despertar al valle de su ensoñación y yo no podía escucharle desde el coche. Unas cuantas hojas cayeron hasta el agua, llevadas sin duda por el impulso mágico que tenía la voz del Esla. Un par de pescadores madrugadores se afanaban en las orillas, con el agua por las rodillas, en separar la vida de la muerte de aquellos animales que se habían fundido con el río. Los hombres no cantaban con el río. Cantaban los árboles en su reflejo, cantaba el sol, pálido de invierno, sobre sus aguas y cantaba yo, encerrado en aquel puente y en aquel coche.
La bruma fría de la mañana se extendía como un manto de humo sobre las zonas en las que aún no daba el sol. Los bosques del valle ofrecían un paisaje misterioso de novela romántica. Bequer, o quizás Van Gogh habrían podido disfrutar mucho de aquella vista, de aquella sensación de vértigo y velocidad, de esos segundos maravillosos en los que cruzamos el puente que separaba la naturaleza de la civilización, la magia de la ciencia, Dios de lo mundano...
Y comprendí, cuando el coche puso su primera rueda sobre el siguiente camino, que la única perfección se encontraba en la imperfección de la naturaleza, en las hojas asimétricas, en las curvas de un río, en las volutas de bruma que se colaban entre las cortezas de los árboles, en la mezcla de colores, en el invierno y la primavera, en la luz y la sombra...
Quizás no me sirviera de nada, quizás ya lo había olvidado cuando cerré el cuaderno y lo coloqué sobre mis rodillas, pero quizás no y quizás con mis renglones torcidos he agregado solo una nota más a la canción que me cantó el Esla aquella mañana. Aquella canción que yo quise escuchar y no pude oir por el ruido que hacía mi propia humanidad contra la naturaleza...
viernes, 24 de octubre de 2008
Hoy puede que sí.
Planes para este fin de semana:
jueves, 23 de octubre de 2008
!No me hables de política!
No sé cuando volveré a subir tra, quizás cuando tenga otro tema del que hablar, o quizás cuando se me acaben los otros temas de os que hablar, quién sabe...
Si recordáis, y si no lo hacéis ya os lo recuerdo yo, la encuesta versaba sobre los temas sobre los que nos gusta (o no) hablar con la gente. Mis propuestas eran claras y concisas. De hecho, la pregunta estaba aún más concreta y no hablaba de lo que nos gusta conversar, sino, de lo que nos molesta que se hable sin tener ni idea.
Y sin más dilación, aquí están los resultados:
-Con un sólo voto: Deportes. Parece ser que, aunque a todos nos irrite de sobremanera que la gente hable de algún deporte sin tener ni idea, no es de lo que más nos moleste. Puede que se deba a que hay muy poca gente que de verdad entienda de deporte y sin embargo, tenemos asimilado todos, que es algo de lo que se puede opinar.
-En tercer puesto, con 4 votos (15% del total), está la economía. Muy de moda ultimamente. Todos sabemos que estamos en crisis. Todo el mundo habla de la crisis. Todo el mundo opina de la crisis. Pero...¿Alguno de esos sabe por qué se ha producido la crisis? ¿Alguien sabe en que consiste exactamente? ¿No? Me sorprende con todo lo que habla la gente...
-El 23% de los votos (6) se los lleva la medicina. A decir verdad, este tema me ha sorprendido mucho, pensé que se encontraría por debajo del deporte. Siceramente, creí que la cosa estaría empatada entre la economía y la política. Pero prece ser (y me encanta) que estaba equivocado. Os molesta (y mucho) que la gente hable de medicina sin saber. Hombre, teniendo en cuenta que no solo te juegas una conversación aburrida, si no, también un empeoramiento de tu enfermedad... es como para irritarse la verdad.
-Mayoría absoluta para la política, un 57% de los votos, es decir, 15. No me sorprende en absoluto. Y es por una sencilla razón. Todos nos creemos que sabemos de política y que los demás no saben. A no ser que defiendan las mismas ideas que nosotros. Pero eso no suele ocurrir por que cada uno tiene unas ideas muy claras y concretas que rara vez concueran con la totalidad de ideas de un partido poítico. Así que, como animales eogcéntricos que somos,tendemos a pensar que lo que no es de nuestra cosecha, está mal. O al menos, amigos míos, es lo que pienso, y como el blog es mío, pues para eso tenéis los comentarios, para contradecirme.
Hasta la próxima encuesta politiqueros!
lunes, 20 de octubre de 2008
Mi ventana
El sonido del instrumento subía lentamente y se colaba en el cuarto amortiguado por los cristales de la ventana. Me acerqué despacio y la abrí.
La fría mañana de octubre entró de lleno y me golpeó en la cara. De los póstigos de la ventana cayeron poerezosas un par de gotas de rocío que hicieron huir a varias arañas. Me asomé al alfeizar y apoyé mi cabeza sobre las manos.
Jai punteaba la guitarra cuando lo hice. Tenía el instrumento apoyado en las rodillas, y las piernas subidas en una especie de barandilla. Estaba sentado en una silla de terraza de color verde y miraba con hastío a los árboles que se extendían frente a él en el jardín.
Dentro de la habitación, el sonido de la guitarra se mezclaba con las risas suaves de Judith, que hablaba con Ricardo por teléfono. Yo contemplaba el infinito sin saber bien que buscaba y me senté en la ventana. El frío continuaba azotándome el cuerpo, pero me ayudaba a despertar.
Mientras pensaba en mis cosas, contestaba con monosílabos las escuetas preguntas que me formulaba Judith.
Estábamos en la sierra, en el campo y la vida discurría sin problemas. El tiempo estaba detenido y yo no era capaz de avanzar. Judith colgó el teléfono y decidió descansar un rato sobre su cama. Yo permanecí en mi ventana a pesar de que mis dedos omenzaban a entumecerse. Javi se levantó de la silla, deteniendo brúscamente el sonido de su guitarra. Estaba tocando su canción rpeferida, una dulce melodía que evocaba en mí sensaciones de paz y de tranquilidad.
Ahora solo escuchaba el sonido de los árboles meciéndose con el viento, el leve piar de los pájaros y el apagado murmullo de los coches al pasar por la lejana autovía.
Unas campanas sonaron en el pueblo. Suspiré. Si el tiempo se ponía de nuevo en marcha, me llevaría por delante sin remedio. No estaba preparado para enfrentarme a la vida todavía.
En este lugar todo parecía más sencillo. No podía ser de otra manera. Sin razóin aparente, una oveja comenzó a balar en una de las casas cercanas. El sonido de las ovejas siempre me había provocado una sensación de malestar. Igual que si se tratara de un lamento triste que nos recuerda el sufrimiento del mundo. A ese sonido se unió el aullido de algún perro cercano. Como si los dos animales se comprendiesen y tratasen de ayudarse.
En la habitaciónm, las arañas habían retomado posiciones y Judith se peleaba con su saco de dormir para encontrar una postura más cómoda. Volví a mirar a la ventana.
El cielo estaba gris, encapotado, y la brisa de la montaña mecía suavemente los abetos del jardín. A lo lejos, varias montañas más altas se elevaban contra el cielo, rasgando las nubes y la niebla.
La guitarra de Javi volvía a escucharse, ahora más lejana, quizás en alguna otra habitación de la casa. Apenas me llegaban unos acordes dispersos. Judith guardaba silencio. Cerré la ventana y miré mi reflejo en el cristal, por encima de los árboles.
Yo no era feliz... y no sabía por que.
domingo, 19 de octubre de 2008
"Tus ojos no tienen dueño porque no son de este mundo."
Superior a mí
es la fuerza que me lleva en el pulso que mantengo
con la oscuridad que tiñen de oscuro tus ojos negros.
Y qué me cuentas del tiempo que pasa en su pestañeo
y que me trae por esta calle de amargura y de lamento.
Que yo sé que la sonrisa que se dibuja en mi cara
tiene que ver con la brisa que abanica tu mirada.
Tan despacio y tan deprisa, tan normal y tan extraña.
Yo me parto la camisa como Camarón.
Tú me rompes las entrañas, me trepas como una araña.
Bebes del sudor que empaña el cristal de mi habitación
y después por la mañana despierto y no tengo alas.
Llevo diez horas durmiendo y mi almohada está empapada.
Todo había sido un sueño muy real y muy profundo.
Tus ojos no tienen dueño porque no son de este mundo.
Que no te quiero mirar.
Pero es que cierro los ojos y hasta te veo por dentro.
Te veo en un lado y en otro, en cada foto, en cada espejo
y en las paredes del metro y en los ojos de la gente,
hasta en la sopa más caliente. Loco yo me estoy volviendo.
Y a veces me confundo y pico a tu vecina,
esa del segundo que vende cosa fina.
Y a veces te espero en el bar de la esquina
con la mirada fija en tu portería.
Y a veces me como de un "bocao" el mundo.
Y a veces te siento y a veces te tumbo.
A veces te leo un beso en los labios
y como yo no me atrevo me corto y me abro.
viernes, 17 de octubre de 2008
Mi descripción.
Esto es más difícil de lo que creía. Puedo empezar diciendo que me considero una persona tímida, pero sé que no lo soy, me da mucha vergüenza mostrar mis sentimientos, pero no creo que sea frío.
Quizás lo más destacable de mi personalidad sea mi capacidad para cambiar, mi adaptabilidad. Puedo ser muchas personas a la vez. Puedo ser amable y darte un abrazo o puedo lanzarte una mirada fría que te deje pétreo. Y puedo caerle bien a personas con características antagónicas.
Me considero agradable al trato, tengo una sensibilidad especial por saber como tratar a cada persona y saber qué busca esa otra persona en mi. Amistad, cariño, consuelo, diversión... Y luego soy capaz de adaptarme, de mutar mi carácter y mi conducta hacia esa persona.
Eso no me deja en muy buen lugar. ¿Dónde está mi verdadero yo debajo de todas esas máscaras? No sé. Quizás haya una máscara que me impida a mi también llegar allí, al lugar donde supuestamente se encuentra mi verdadero “yo”.
Creo que soy débil, e inocente, muy inocente. Soy mucho menos fuerte de lo que imagináis. Con un carácter demasiado confiado quizás y muy reflexivo. Desde un punto de vista externo puede que no parezca así. A veces hago acciones que parecen ser impulsivas, pero en realidad no lo son. No suelo hacer las cosas porque sí.
Uf, vaya lío de descripción. No sé si me reconozco en estas líneas.
También considero que me cuesta mucho decidirme. Y sé porque razón es. Es por que lo quiero todo. Me explico, soy una persona tremendamente curiosa y que siente una atracción bastante importante por todo lo nuevo. Entonces siempre me va a parecer atractivo cualquier planteamiento que se me haga. Siempre voy a querer probarlo. Por eso me costó decidirme en mi vida en muchos aspectos. Quizás me haya equivocado, pero nunca me arrepiento. Solo se trata de asumir las cosas como vienen y tratar de capearlas lo mejor posible.
Eso no quiere decir que tenga espíritu valiente o aventurero. No. Ni mucho menos. El miedo al cambio y a perder es algo que llevo pegado a mí constantemente. Ojalá pudiera deshacerme de ese miedo. Creo que tiene algo que ver con mi timidez, (esa que se supone que no tengo), y con mi adaptabilidad. Imagino que tengo miedo al rechazo y que por eso me adapto a las personas en lugar de dejar que ellas se adapten a mí. Y por eso no me atrevo a cambiar, por si al arriesgar pierdo lo que ya tengo. Y por eso soy tímido...
Pero estamos hablando en la vida general, no en la vida sentimental. Ahí si que arriesgo. Todo lo que haga falta. Para eso creo que están los amigos. Cómo una red de seguridad que me permite ponerme a hacer equilibrios a cualquier altura sin miedo a caer. Por que sé, que aunque caiga (cosa que ya he hecho alguna vez) y lo haga desde muy alto, siempre estarán ahí para recogerme. Aun cuando yo no me deje recoger.
Por eso arriesgo, por que en este plano es mucho más importante lo que potencialmente se pueda llegar a ganar que lo que puedo perder. Y así me va claro...
Para terminar solo deciros que también soy una persona muy solitaria. Puedo pasarme horas sin moverme mirando un punto de la pared y estar disfrutando de mi soledad. La necesito. Y muy poca gente sabe darme esa soledad. Considero muy importante los tiempos de silencio entre amigos. Los disfruto y los aprovecho. Pienso, que los días en que peor me encuentro (anímicamente hablando), son aquellos en los que he estado solo demasiado tiempo o no he podido estarlo en ningún momento. Todo tiene un punto medio, el equilibrio, donde creo que podemos acercarnos más a la perfección.
Y esa es la meta que guía mi vida. Alcanzar el equilibrio. El equilibrio entre trabajo y aprendizaje, el equilibrio entre arte y ciencia, el equilibrio entre amor y amistad, entre ruido y silencio, entre soledad y compañía, entre cada una de mis múltiples máscaras y esa persona que supongo soy, y a la que aún no conozco.
miércoles, 15 de octubre de 2008
martes, 14 de octubre de 2008
"El tiempo/ después de dártelo/ no lo quise para nada ya"
Ayer te besé en los labios.
Te besé en los labios. Densos,
rojos. Fue un beso tan corto,
que duró más que un relámpago,
que un milagro, más. El tiempo
después de dártelo
no lo quise para nada ya,
para nada
lo había querido antes.
Se empezó, se acabó en él.
Hoy estoy besando un beso;
estoy solo con mis labios.
Los pongo
no en tu boca, no, ya no...
-¿Adónde se me ha escapado?-.
Los pongo
en el beso que te di
ayer, en las bocas juntas
del beso que se besaron.
Y dura este beso más
que el silencio, que la luz.
Porque ya no es una carne
ni una boca lo que beso,
que se escapa, que me huye.
No.
Te estoy besando más lejos.
PEDRO SALINAS
lunes, 13 de octubre de 2008
La congoja y la lluvia.
No sé. No la tenía ayer cuando me acosté, pero al poco tiempo empecé a notarla, se me hizo un nudo en el estómago y hasta ahora... Estoy nervioso, intranquilo y esperando por algo...
Espero que se me pase.
De momento me he puesto a escuchar como llueve para ti y a caminar descalzo por casa para mi...
La actualización del sábado vendrá mañana.
jueves, 9 de octubre de 2008
La edad...
O algo así como que nuestra desgracia siempre le parecerá pequeña a otro y a nosotros siempre nos pareceran pequeñas las desgracias de otros a los que les pareceran tremendas las suyas.
De desgracias va la cosa, y de la subjetividad de los problemas... creo.
martes, 7 de octubre de 2008
Nuevo curso
¿Balance? No estoy muy seguro, quizás cuando lleve más tiempo podré decir algo más. De momento, puedo deciros que la profesionalidad de algunos docentes deja mucho que desear (imagino que no os descubro América).
Llegué a la facultad a eso de las 12 y 40, 20 minutos antes de mi primera clase. De camino al aula, me encontré con varios carteles que me anunciaban que tanto mi clase de las 16 a las 18, como la de las 18 a las 20 horas se había suspendido por la ausencia de las dos profesoras. Es decir, que solo tendría clase de 1 a 4.
Tras esperar media hora a que apareciera el profesor de las 13 (cosa que no hizo y que tampoco ha hecho hoy), decidí irme a esperar a que abrieran la clase de las 14. Gracias a Dios, este si que fue puntual y apareció, al igual que la profesora de las 15. Después de eso, comí en la facultad y me volví a casa.
Me gustaría saber la razón por la que me hacen empezar un día si ese día no voy a tener clase. No es que tuviera nada mejor que hacer, pero tampoco me gusta perder el tiempo de esa manera tan descarada.
Espero que el resto del curso no sea así, de momento, hoy ya sé que no tengo clase de 16 a 18 y no la he tenido a las 13...
domingo, 5 de octubre de 2008
Me gustaría...
Me gustaría ser algo más, pero visto lo visto... así al menos soy algo.
viernes, 3 de octubre de 2008
!Vuelven las encuestas!
Esta vez, la primera encuesta se me ocurrió el otro día hablando con un amigo. Bueno, en realidad yo no hablaba mucho, habló él. Y habló sobe todo lo que os podáis imaginar. Y encima hablaba mal. No era que no supiese hablar, si no que lo que decía, no tenía mucho sentido, es más, hablaba sin concoer el tema del que trataba. Eso es algo que me pone muy nervioso de los periodistas y en la universidad me he tropezado con millones de ejemplos así, que luego saldrán por la tele diciendo lo que piensan y confundiendo a una oblación que, al igual que ellos, no tienen ni idea del tema que se está tratando.
Por eso, yo hoy quiero preguntaros:
¿De qué os molesta más que se hable sin tener ni idea?
Y estas son las opciones:
-Economía:
Imaginaros la situación, sobremesa de una comida familiar, o de una reunión de amigos y uno de ellos empieza a hablar, pongamos sobre economía. Esa persona alomejor lo más cerca que está de cualquier conocimiento económico es al pasar las hojas de economía del periódico. Sin embargo, asegura tener razón en lo que habla, poniéndose pesado y contradiciendo a otro amigo tuyo que está terminando un master en economía española después de haber estudiado la carrera de economía. ¿Te molesta? Vale que tú alomejor tampoco tienes ni idea de economía, pero al menos tienes la decencia de callarte, o al menos de no contradecir a alguien que sí que sabe.
-Política:
La misma sobremesa. La familia dividida en distintos colores y unos y otros echándose en cara la porquería pasada para defender a un político o a otro, cuando son todos iguales. Ahí comienza el baile de exageraciones: Unos dicen que lega la anarquía y el comunismo y otros que si por ellos fuera volveríamos a los años cincuenta Pero ninguno tiene ni idea, ni de hsitoria, ni de política ni de nada. Hasta la abuela opina, la que no ha salido nunca del campo y solo sabe lo que le dicen los informativos de televisión española. ¿Te molesta? Cierto es que todos tenemos un idea política, pero noe stoy hablando de eso, estoy hablando de defenderla usando argumentos absurdos escuchados en cualquier cafetería por un exaltado con unascopas de más.
-Deportes:
Pongo deportes ero todos sabéis que me refiero a fútbol. Aquí no creo que haga falta explicar mucho. Están lso entedidos, los que de verdad aman este deporte y disfrutan viéndolo y los que animan a unos o a otros según les convenga, que no entienden de jugadas, que piensan que su ídolo lo hace bien siempre y que defienden a su equipo a muerte aunque hayan hecho un partido desastroso. De esos que piden la dimisión de lso entrenadores cuando no sacan a jugar a la estrella y que encima, se creen que tienen razón. Eso es lo más triste de todo, que se piensan que si ellos etsuvieran retransmitiendo el partido o entrenando al equipo, todo sería perfecto. ¿Te molesta?
-Medicina:
¿Quién no tiene dos o tres médicos en la familia? En la mía hay tres: Mi tía, mi abuela y mi madre. Entre las tres son capaces de curar cualquier enfermedad conocida o desconocida. Si por ellas fuera, no irían nunca al médico y se automedicarían (Y medicarían a los demás) cada vez que les fuera posible. Cada vez que te duele la cabeza, ellos saben que es, ellos conocen a unaamiga d euna vecina de una prima de una compañera de su trabajo que le pasó lo mismo y acabó con un tumor en no sé donde y ahora tiene que andar en silla de ruedas. Esas que en cuanto te ven la cara saben que pastillas tienes que tomarte y cuantas. ¿Pero por qué razón eso no es un delito? ¿Te molesta?
Si te molesta alguna de estos temas ya sabes, vota y ayúdame a saber qué es lo que más os molesta.
Maldita libertad de expresión....
jueves, 2 de octubre de 2008
No por mucho amanecer tempraneo más madruga
Me da que es como los refranes solo que con autor.
Es maravilloso eso de decir una frase y posteriormente decir el autor, te sube por lo menos diez puntos de nivel cultural y de pedantería, pero no sirve absolutamente para nada. Y si no fijaros que siempre hay un refrán y un contrarefrán que dice exactamente lo contrario. Como ejemplo valgan estos dos refranes:
-A quien madruga Dios le ayuda: Que quiere decir algo así como que si te levantas antes tenrás un día más provechoso.
-No por mucho madrugar amanece más temprano: Que quiere decir algo así como que por muy pronto que te levantes, el madrugar no arregla tu vida.
¿A qué se debe esto? Muy sencillo, muy simple, muy humano. Podría decirse que los refranes y las citas célebres solo son un consuelo para tontos. Solo sirven para que, nos pase lo que nos pase, o queramos defender lo que queramos defender, siempre contemos con algún agumento que acredite nuestras palabas. Como si lo que hubiésemos hecho, lo que nos haya pasado o lo que tratemos de decir, no tuviera sentido si no está refrutado por la opinión de miles de ciudadanos.
Volviendo al caso anterior, el primer refrán podría ser esgrimido como argumento por una madre un sábado por la mañana contra su resacoso hijo Pero asi mismo, el hijo (si es que puede vislumbrar algo de racionalidad entre su resaca y su sueño) puede argumentar contra la madre la segunda frase, quedando así los dos argumentos igualmente respaldados y la conversación en tablas.
Por eso os digo, a todos aquellos que gozáis usando refranes y restregando vuestra cultura por caras ajenas, que tengáis cuidado con lo que decis, que algún día podéis encontraros con la horma de vuestro zapato y que alguien os deje con un palmo de narices soltando un contrarefrán.
Tened cuidado porque yo ando por ahí.
miércoles, 1 de octubre de 2008
"MI corazón espera/ también, hacia la luz y hacia la vida,/ otro milagro de la primavera."
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido.
¡El olmo centenario en la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.
No será, cual los álamos cantores
que guardan el camino y la ribera,
habitado de pardos ruiseñores.
Ejército de hormigas en hilera
va trepando por él, y en sus entrañas
urden sus telas grises las arañas.
Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas en alguna mísera caseta,
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas;
antes que el río hasta la mar te empuje
por valles y barrancas,
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.
martes, 30 de septiembre de 2008
Telefónica
Escribo este post para indicaros que recuperaré las actualizaciones de esos días actualizando (el actualizador que desactualice...) durante cada día esta semana. Así que poneros las pilas que viene una semana movidita con tanta actualización.
jueves, 25 de septiembre de 2008
"Ahora te llevaré a un lugar donde el mundo quede lejos y yo te pueda besar."
ESTRIBILLO
Y tengo mil razones más para olvidarte que para esperarte,
y tengo mil motivos más para mirar atrás y no adelante.
Pero ahora que te tengo aquí se me ocurren mil sitios donde amarte.
Y aunque no pueda ser así, cierro los ojos y un, dos, tres.
Un, dos, tres.
Un, dos, tres, cierro los ojos y ahora sí, vuelves a estar aquí.
Un, dos, tres, y qeu difícil luego abrir, desvanece si me olvido de ti.
Un, dos, tres, que yo lo entiendo pero explicale a mi boca que no avance, que hoy no toca tú y yo.
Ahora te llevaré a un lugar donde el mundo quede lejos y yo te pueda besar.
ESTRIBILLO
Y voy despacio, muy lentamente, me voy enganchando a tu cuerpo desde fuera para dentro y un, dos, tres.
Un, dos, tres.
Muchas veces (la mayoría de ellas) el corazón se salta a la torera las leyes del debería ser. Se inventa unas normas diferentes y las sigue... hasta el día de hoy, nadie ha sabido nunca cuales son esas leyes. Ojalá pudiera llevarte lejos, muy lejos...
martes, 23 de septiembre de 2008
El miedo a que nos hagan daño.
Pero conozco un miedo terrible que todos hemos padecido alguna vez: El miedo a que nos hagan daño. Y no es un miedo innato. No es un miedo que venga en nuestro cuerpo implantado como el aire acondicionado de serie en un coche. Es un miedo adquirido, que se aprende (o más bien que se pega).
No hay más que ver a los niños. Ellos no tienen miedo a hacerse daño con las cosas hasta que no se caen por primera vez (caen, queman, cortan...). Nosotros somos así. No tenemos miedo a que alguien nos haga daño si no nos han hecho daño anteriormente.
Pero lo peor de este miedo, es que tiene la característica de todos los miedos: No dejarnos actuar con la cabeza fría. Poco a poco, este miedo puede ir paliándose, eso sí, nunca desaparecer. Y es que, el sentirnos traicionados, es lo peor que nos puede pasar y nos vuelve mucho más fríos y distantes, nos obliga a rechazar oportunidades que no deberíamos dejar escapar. Nos hace dejar pasar a personas...especiales. Y todo por miedo a sufrir. Y no nos damos cuenta, que con ese miedo, con ese monstruo negro que tenemos atenazando nuestro corazón, también estamos sufriendo. Por que el que teme sufrir, también sufre el temor.
Es tan grande el miedo a que vuelva a pasarnos otra vez, que supera las mayores expectativas de felicidad que pudiéramos concebir al unirnos a otra persona.
Ese miedo, colocado dentro de nosotros por otra persona, es como un virus que se propaga. A mí me han hecho daño y tengo el virus, pero si no hago nada por luchar contra él, y dejo escapar a alguien, puede que le esté transmitiendo ese virus, puede que esa persona me necesite y que yo le esté haciendo daño al no atreverme.
Es tan fuerte el miedo, que preferimos vivir toda la vida con la duda de ¿Qué hubiera pasado si me hubiera atrevido? Antes que exponernos si quiera a otra decepción.
¿Y qué pasa con la persona que nos ha “contagiado” el miedo? Esa persona desparece después de haberte pegado el virus. Esa persona es como un mosquito, que te pica y se va, dejándote la picadura para ti. Y lo peor de esta picadura, es que no es de las que se van con el tiempo por sí solas. No. Esta picadura solo se va gracias a la acción de otras personas sobre ellas. Y esa es su gran ventaja, que el miedo juega sabiendo que solo será expulsado si dejamos entrar a otra persona dentro de nuestro corazón, pero él mismo se encarga de que eso no sea así, de que no seamos capaces.
Por eso mismo, amigos, es muy importante plantarse con un par de narices frente al dragón negro, arremangarse y decir: Quiero intentarlo; quiero que si sale mal, al menos haya podido disfrutarlo; quiero ser libre...quiero ser feliz. Eso nos hará más fuertes, nos hará valientes...nos hará libres.
domingo, 21 de septiembre de 2008
En el tejado...
a hablarle a las estrellas de ti."
Sí, en efecto. Hoy voy a quedarme mirando al cielo y pensando en todo lo que tenga que pensar. Espero no llegar a ninguna conclusión, pues tengo todo bastante claro.
Y odio que tú también tengas claras determinadas cosas, pero es injusto.
Es injusto que no te (me) des una oportunidad, es injusto que te (me) juzgues por hechos pasados y es injusto que no vayas a leer esto y que aunque lo leyeras... no te vaya a hacer cambiar de parecer.
La frase es mía, la vida... la vida a veces también.
viernes, 19 de septiembre de 2008
Juno
miércoles, 17 de septiembre de 2008
Guille... el gran Guille.
lunes, 15 de septiembre de 2008
Abrazos
Y yo he dicho: voy a hablar de abrazos. Y no sé que decir.
Me gustan mucho los abrazos. Sobre todo los fuertes, en los que las dos personas se abrazan con ambas manos y uno puede notar la mano del otro apoyada sobre su espalda.
Creo que por eso me gustan tanto, por poder notar las manos de los demás. Por sentir el apoyo, el cariño, por poder notar que no estamos solos.
Hay veces que necesito ser abrazado y no tengo ningún tipo de razón. Quizás por eso no voy abrazando a la gente, porque casi siempre la gente busca una explicación o una razón a un abrazo... y la mayoría de las veces no la hay, o no la tengo.
Otros días me apetece más abrazar que ser abrazado, porque tenéis que saber que una cosa es abrazar y otra que te abracen, se necesita mucha fuerza interior para dar una abrazo de verdad. Un abrazo de esos que te derrumban y te hacen empezar a llorar. Un abrazo de los que hacen que te sientas tan seguro, que quites todas las barreras y reconozcas que necesitas ayuda y apoyo.
Pero sin duda, lo que más me gusta es, sentir que necesito un abrazo y que alguien me lo dé sin pedirlo...
Quizás no lo sepas o quizás no lo parezca, pero a veces un gesto, una palabra, un apretón de manos, un abrazo... pueden hacer mucho por alguien y casi nunca te lo va a pedir.
Por eso yo te animo a que siempre que te sientas con ganas de hacerlo, des abrazos a los que más quieres. A lo mejor tú no los necesitas y la otra persona los está esperando. A lo mejor arrancas una lágrima o una sonrisa, a lo mejor haces que alguien deje de sufrir ...y no lo sabes.
sábado, 13 de septiembre de 2008
Felicidad...
jueves, 11 de septiembre de 2008
Julia y Javier
-¿Quieres decir que esto es el final?-
Julia asintió en silencio y le tomó la mano suavemente.
-Tienes que entenderlo. El camino se separa aquí. Yo debo marcharme.-
El chico bajó la mirada entristecido, pero no soltó su mano de la de Julia.
-¿Y si no quiero?- Ella le miró sin comprender. - ¿Y si tomo el mismo camino que tú?-
Julia sonrió como se les sonríe a los niños cuando dicen disparates. Le soltó la mano.
-En ese caso caminarías junto a mi, pero no conmigo como lo has estado haciendo hasta ahora. De todas formas sabes que ese no es tu camino, es el mío.-
Hubo un silencio incómodo. Julia se puso en pie y se colocó delante de Javier.
-Llevamos tres años caminando el uno con el otro por ese camino.- Señaló al camino que tenían detrás, el que les había conducido hasta allí.- Pero yo ya no puedo seguir caminando contigo. Ni tú conmigo por mucho que lo niegues. Ahora no lo entiendes, pero pasado el tiempo, cuando aprendas a caminar solo de nuevo, cuando encuentres a otra persona mejor que yo para caminar, lo entenderás.-
-Yo no quiero caminar con otra persona.- Dijo enfadado.
-Lo querrás. Ódiame si quieres, pero los dos sabemos que esto es lo mejor, que nuestro camino juntos ha finalizado.-
Javier volvió a bajar la vista y comenzó a entrelazar sus manos.
-Ya llevo aquí parada mucho tiempo Javi, he de irme.-
Él alzó la mirada.
-No te vayas todavía. Si hemos de separarnos, quédate aquí conmigo un par de noches.-
Julia negó con la cabeza.
-No, yo quiero caminar, necesito caminar. Voy a irme.-
-Y yo te esperaré aquí.-
Ella volvió a sonreír.
-No lo harás. Puede que te quedes aquí un tiempo, pero yo no voy a volver, cuando lo comprendas, empezarás de nuevo la marcha.-
Julia esperó unos segundos a que Javier intentará despedirse de él.
-¿Nuestros caminos no se van a volver a juntar nunca?-
-No lo sé. Es posible. Este mundo es muy pequeño. Quizás se junten y volvamos a caminar de la mano. Quizás no te vuelva a ver. Quizás nos juntemos y no caminemos a la vez. No puedo saberlo.- Hubo otro silencio. -Me voy Javi, siempre te recordaré como mi primer compañero.- Se agachó hasta depositar un beso en la mejilla del muchacho y se dio la vuelta. A los pocos minutos, Javier ya la había perdido de vista.
Una lágrima cayó lenta y sigilosa por su mejilla, borrando el rastro del beso de Julia.
-Adios.- Musitó casi en silencio.
martes, 9 de septiembre de 2008
"Me perdí luego por la tierra injusta, como quien busca amigos o ignorantes amantes"
sino contigo misma...
De niño, entre las pobres guaridas de la tierra,
quieto en ángulo oscuro,
buscaba en ti, encendida guirnalda,
mis auroras futuras y furtivos nocturnos,
y en ti los vislumbraba,
naturales y exactos, también libres y fieles,
a semejanza mía,
a semejanza tuya, eterna soledad.
Me perdí luego por la tierra injusta
como quien busca amigos o ignorados amantes;
diverso con el mundo,
fui luz serena y anhelo desbocado,
y en la lluvia sombría o en el sol evidente
quería una verdad que a ti te traicionase,
olvidando en mi afán
cómo las alas fugitivas su propia nube crean.
Y al velarse a mis ojos
con nubes sobre nubes de otoño desbordado
la luz de aquellos días en ti misma entrevistos,
te negué por bien poco;
por menudos amores ni ciertos ni fingidos,
por quietas amistades de sillón y de gesto,
por un nombre de reducida cola en un mundo fantasma,
por los viejos placeres prohibidos
como los permitidos nauseabundos,
útiles solamente para el elegante salón susurrado,
en bocas de mentira y palabras de hielo.
Por ti me encuentro ahora el eco de la antigua persona
que yo fui,
que yo mismo manché con aquellas juveniles traiciones;
por ti me encuentro ahora, constelados hallazgos,
limpios de otro deseo,
el sol, mi dios, la noche rumorosa,
la lluvia, intimidad de siempre,
el bosque y su alentar pagano,
el mar, el mar como su nombre hermoso;
y sobre todo ellos,
cuerpo oscuro y esbelto,
te encuentro a ti, tú, soledad tan mía,
y tú me das fuerza y debilidad
como el ave cansada los brazos de la piedra.
Acodado al balcón miro insaciable el oleaje,
oigo sus oscuras imprecaciones,
contemplo sus blancas caricias;
y erguido desde cuna vigilante
soy en la noche un diamante que gira advirtiendo a los hombres,
por quienes vivo, aún cuando no los vea;
y así, lejos de ellos,
ya olvidados sus nombres, los amo en muchedumbres,
roncas y violentas como el mar, mi morada,
puras ante la espera de una revolución ardiente
o rendidas y dóciles, como el mar sabe serlo
cuando toca la hora de reposo que su fuerza conquista.
Tú, verdad solitaria,
transparente pasión, mi soledad de siempre,
eres inmenso abrazo;
el sol, el mar,
la oscuridad, la estepa,
el hombre y su deseo,
la airada muchedumbre,
¿qué son sino tú misma?
Por ti, mi soledad, los busqué un día;
en ti, mi soledad, los amo ahora.
domingo, 7 de septiembre de 2008
Los girasoles.
viernes, 5 de septiembre de 2008
"Si quieres bailamos"
miércoles, 3 de septiembre de 2008
Quemando recuerdos
-¿Aún guardas las fotos y recuerdos de” ese amor”?-
Yo le miré, en silencio todavía. Él no me miraba a mi. Estaba contemplando absorto el baile de las llamas. El fuego se reflejaba en sus pupilas y parecía hacérselas más vidriosas de lo habitual. Creí que se iba a poner a llorar. Me pregunté en ese momento si él también echaba de menos a alguien, si esa pregunta no ocultaba en realidad una historia que contar.
-Sí, guardo todos los recuerdos de todos los amores.-
Él asintió en silencio y dejé de mirarle durante unos instantes. Volví a concentrar mi mirada en el fuego. No hacía calor, era una noche fría y nos encontrábamos a cierta distancia de las llamas. Las risas de los demás se oían muy lejanas, como en otra dimensión. No tardaría mucho en venir alguien que hubiera notado nuestra ausencia y llevarnos de nuevo con todos.
-¿Por qué lo preguntabas?-
Hizo un gesto con la boca antes de responder, como si no le gustase la respuesta. O quizás de desagrado por haber roto el silencio.
-Yo siempre quemo las fotos y las cartas. Los regalos los doy o los tiro. Es una manera de desprenderme del pasado y poder comenzar una nueva vida sin ataduras que me liguen a nadie.-
Nos quedamos en silencio. Yo no pensaba igual que él, el pasado siempre tiene que estar presente para poder aprender de él, pero era su dolor y cada uno lo lleva como quiere.
-¿Tú por qué los guardas?-
Sonreí.
-Por que son parte de mi vida. No tiraría antes una carta de un amor que una carta mía.-
-¿Y no te duele verlas o leerlas?-
-Sí.-
Aún estábamos mirando las llamas. Creo que le di un par de sorbos a mi cerveza.
-¿Entonces?-
-¿A ti no te duele recordar “ese amor”? ¿No te duele pasear por las calles por las que paseabais juntos? ¿No te duele saber que ahora está con otro? ¿No te duele recordar la forma en que os reíais de las mismas cosas? ¿O recordar como te miraba?-
-Sí, claro que sí.-
-¿Y con eso que haces? Eso no lo puedes quemar. Los recuerdos no es algo de lo que te desembaraces y punto. Va a estar ahí siempre. Y siempre te va a doler. Entonces, ¿Porqué quemar las fotos y las cartas? No me duele la foto, me duele recordar el momento que vivimos juntos. Y eso no se borra quemando la foto. No me duele la carta, ni el estilo de su letra. Me duelen las palabras...Y no las voy a olvidar nunca. Aunque queme la foto.-
-Entiendo.-
Pero no me entendía. Quizás esperaba una respuesta algo menos sentimental, tal vez pensaba que estaba borracho. Me daba igual. Yo jamás quemaría sus recuerdos. He de aprender a convivir con ellos como conviviría con unos antecedentes penales. Ningún delincuente pasa a ser inocente por quemar una sentencia o una multa. Ni se perdona a si mismo cuando sale de la cárcel. Eso es algo que solo se puede hacer por dentro.
-Además, no los quemaría por que no son sus recuerdos... sino los míos, y no pienso quemar una parte de mí mismo.-
Me puse en pie y me alejé de allí.
lunes, 1 de septiembre de 2008
Mis estrellas fugaces...
Es en esos cielos en los que se ven las estrellas fugaces. Y no son fenómenos aislados, pasa una cada pocos minutos. Este verano yo me alejaba decidido de la zona urbanizada de mi pueblo y me tumbaba ansioso en un prado... a buscar estrellas fugaces.
Y es que dicen, que por cada estrella fugaz que ves, puedes pedir un deseo. Eso si, tienes que pedirlo mientras estás viendo la estrella y sin contárselo a nadie. Si la estrella la vezs tú solo, el deseo se te cumplirá seguro.
Y así me pasaba yo las noches de verano, buscando estrellas fugaces a las que pedirles deseos, buscando apoyos que apuntalen la nueva temporada de mi vida y ofreciéndole al destino motivos y razones para hacer de todo lo que hago algo especial.
Ya estoy de vuelta en Madrid... aquí no hay cielo, o al menos no uno con estrellas... y menos con estrellas fugaces. Se me acabó el pedir deseos a un ente superior misterioso.
Ahora me toca cumplirlos.
He vuelto, espero que con más fuerza que antes o al menos con la misma.
Espero que sigáis aquí los que alguna vez estuvisteis y que os siga gustando lo que hago.
Un abrazo:
Marcos Ortega.
miércoles, 30 de julio de 2008
Mi ausencia...
He estado una semana en Murcia y ahora ando por tierras sorianas en el pueblo de mi madre. Ese es el principal motivo de mi ausencia y ahoraescribo para avisaros de que pasará un periodo de tiempo largo en el que actualizaré cuando y con lo que pueda, sin periodicidad ni temario fijo. Lo digo más que nada para que no me echéis de menos (que sé que no lo haréis) en vuestros blogs y en vuestras vidas. Prometo ponerme al día en cuanto vuelva a la civilización moderna.
Nada más. Felices vacaciones.
Un abrazo.
Marcos Ortega
miércoles, 23 de julio de 2008
A petición popular
Se revolvió y movió la cabeza violentamente para hacerlas callar, pero no surgió efecto, entonces comenzó a llorar. Era un llanto lastimero y entrecortado, un llanto de lástima por si mismo, un llanto de desesperación. Continuó llorando largo rato hasta que no le quedaron fuerzas, entonces tomó una determinación.
Salió de su habitación y fue a la cocina, en el fregadero se encontraban todas las botellas vacías de güisqui que había bebido a lo largo de esos tres días. El alcohol era un consuelo para el, pues su efecto acallaba las voces de su cabeza y le permitía dormir al borde del coma. Abrió el primer cajón y sacó un cuchillo, acto seguido fue al baño y se sentó en el suelo junto a la bañera. Volvió a llorar.
En un acto de valentía se dijo: -Que suicida más limpio, que se va a matar a la bañera para no manchar.- Y sonrió amargamente entre lágrimas como sonríen los dementes. Pero el sabía que no era un demente, lo había pensado varias veces a lo largo de estos días, pero había llegado a la conclusión de que las voces eran reales y que solo había una manera de callarlas para siempre.
Las voces no eran normales, no al menos para él. Las voces eran gritos desgarradores, insultos, lamentos desesperados y arrebatos de furia. Atacaban cuando menos se lo esperaba y no sabía cuando podían durar. Estaba solo y lo sabía, solo tenía sus voces.
Agarró el cuchillo con firmeza con la mano derecha y extendió el brazo izquierdo. Contempló su propio reflejo en el cuchillo. Sabía que le iba a doler, encima el cuchillo era de sierra; sería toda una escabechina. Una lágrima volvió a caer de sus ojos y pasó por su mejilla. Con el dorso de la mano la recogió antes de que cayera por su barbilla. Cerró los ojos y acercó el cuchillo a su muñeca.
Entre lágrimas hundió el metal en la carne y fue notando poco a poco un dolor helado y veloz, como el que se siente cuando el viento te corta la cara. El dolor llegó a su espalda y de ahí se extendió a todo el cuerpo. Abrió los ojos y dejó escapar un gemido. Las primeras gotas de sangre comenzaban a salir.
Necesitaba un corte más profundo si quería acabar rápido, pero el dolor comenzaba a paralizarlo y la visión de la sangre le mareaba. De su muñeca nacían hilos de sangre que caían hacia su cuerpo y un buen chorro de ellos caía hacía la bañera, que comenzaba a presentar un aspecto bastante violento. La sangre resbalaba despacio hacía el desagüe y dejaba un rastro rojo a su paso. Los ríos negros comenzaban a ser más profundos a medida que, entre gritos y lágrimas, el cuchillo se iba abriendo camino entre la vida y la muerte.
Hubo un momento en el que no supo diferenciar fantasía de realidad ni dolor de neutralidad. Alternaba breves momentos de locura con otros de felicidad. Estaba esperando para ver el túnel, estaba esperando para ver pasar su vida y solo veía la sangre caer. El dolor era mucho más insoportable de lo que había previsto, pero era necesario. Ahora quería morir, odiaba la vida, lo odiaba todo y a todos.
En un último suspiro, solo se le ocurrió pensar que se arrepentía.