martes, 3 de junio de 2008

Magia




Hoy me han dicho: “Yo no creo en la magia”.
¿Cómo alguien puede decir eso y seguir viviendo? Yo creía que era cosa del ser humano lo de soñar, lo de creer en lo imposible. Si pierdes esa capacidad... eres un animal común y corriente (con todos mis respetos a los señores animales comunes y corrientes que leen este blog).
No sé, me ha dado mucha pena. Me han dado ganas de decir: “Yo no creo en ti”.
Sin magia, el mundo no vale para nada. Vale, sin magia podemos medirlo absolutamente todo, muy bien, genial para los científicos, pero a cualquier científico le mataría la idea de pensar en un mundo en el que todo estuviera descubierto. Su trabajo se acabaría. Por lo tanto, los científicos también creen en la magia, o al menos, si no creen en ella, mientras desconozcan cosas, seguirá existiendo la posibilidad de que exista la magia.
¿No? ¿Cómo puedes decir que no crees en la magia si no está todo descubierto?
¿Y las hadas, los duendes, la suerte, esa persona que se cruza casualmente contigo en el metro? ¿Y encontrarte a tu vecino a 1.000 km de casa? ¿No es magia?

Querido amigo, hoy solo quiero decirte: “Yo no creo en ti”.

4 comentarios:

Cardesorden dijo...

Yo creo en ti, y en la magia... nada tendría sentido si no, todo sería un rollo patatero y nos aburriríamos como monas... TODO tiene algo de magia, el caso es saber apreciarlo...

Un pedacito de mí dijo...

Pues yo, en mi vida cotidiana, no veo magia por ningún sitio y, siendo tan escéptica como soy, no puedo estar de acuerdo en que la magia nos acompañe habitualmente.

Pero no niego que exista. Sólo me cuesta creerlo.

Ojalá me equivoque :)

Carli!

Anónimo dijo...

ese no ha leido Harry...te lo digo yo...

J. Jiménez Gálvez dijo...

Creer es a veces tan difícil.