
Leni Riefenstahl nació en 1902 en Berlín en el seno de una familia acomodada. A los 16 años decidió dedicarse a la danza y estudió en las mejores escuelas obteniendo grandes éxitos. Pero a los 22 años, debido a una lesión, pasó su vida alejada del mundo de la danza. En sus producciones hallamos secuencias compuestas con el ritmo y movimiento de un ballet. Tras ver una película de Arnold Fanck (“La montaña del destino”) encontró su verdadera vocación, el cine. Conoció a Fanck y convirtió a Leni en la actriz principal de todas sus películas interpretando siempre a una mujer que simboliza el elemento trágico en el entorno de las montañas.
Entre 1926 y 1932 Leni aprendió casi todo acerca del lenguaje cinematográfico de Fanck. Su primer trabajo como directora se trata de una película de dos horas: “La luz azul”. Respondía al género de montaña. El argumento se basa en una vieja leyenda que dice que en las noches de luna llena, una luz azul irradia desde el pico de un monte para atraer a los jóvenes del pueblo. Todos terminan precipitándose por las rocas excepto Junta, una gitanilla que alcanza la luz sin que nada ocurra.
A las hermosas tomas de exteriores Leni incorpora un lenguaje metafórico para expresar el dramatismo de las situaciones a través de la cámara ya que el film apenas tiene diálogos; planteó un rodaje muy cuidado repitiendo varias veces el montaje.
Adolf Hitler conocía a Leni por sus interpretaciones en las películas de Fanck y creía que Leni representaba a la heroica y pura supermujer, un mito... lo que él quería ser. En un principio el dictador le encomendó un cortometraje sobre el Congreso de la Victoria de Nuremberg, que reunió a medio millón de simpatizantes. De ello resultó La victoria de la fe”, pero resultó poco satisfactorio: falta de técnica, encuadres de aficionado y tomas excesivas de Hitler. Leni justificó en sus memorias diciendo que el partido no estaba de acuerdo con el rodaje. El film fue el ensayo para lo que vendría posteriormente: “El triunfo de la voluntad”.
“El triunfo de la voluntad” es un excelente documental al servicio del dictador otorgando una verdadera dimensión cinematográfica al nazismo. El film refleja los acontecimientos del congreso nazi de septiembre de 1934 (encargado de nuevo por Hitler) y se necesitaba un despliegue importante de propaganda que apartase cualquier sombra que hubiese creado la purga (“la noche de los cuchillos largos”). Para Hitler fue mostrar el nacionalsocialismo a toda Europa, pero para ella y el mundo fue una terrorífica pintura de la emergencia del Estado nazi. Su difusión fue especialmente doméstica.
Los nazis proyectaron su imagen hacia el exterior en el posterior gran documental de Leni con “Olimpiada”. Los Juegos Olímpicos celebrados en 1936 , que coincidieron con la remilitarización y con el inicio de la etapa imperialista del nazismo, son la excusa para el film. El objetivo es integrar dicho acontecimiento en la doctrina del Blut und Boden (importancia de la fuerza, confianza y alegría). Leni siempre afirmó que la película se la encargó el COI sin la intervención del gobierno nazi. Sin embargo en los archivos ministeriales se ha descubierto que la financiación fue completamente otorgada por el Reich.
“Olimpiada” está dirigida a la propaganda internacional, con grandes escenarios, patrones de encuadre y montaje que hacen que los atletas parezcan sobrehumanos, música de Wagner, reiteración de imágenes con la esvástica... Dichos elementos mostraban una intención claramente persuasiva. Se hace hincapié en elementos dirigidos a los alemanes como los conceptos de salud y fuerza.
Una vez de produjo la invasión de Polonia, Leni Fue enviada como reportera de guerra, pero horrorizada por las experiencias vividas renunció y se retiró a las montañas y rodó una película de ficción, “Tiefland”, que narraba un conflicto entre propietarios y campesinos en un país mediterráneo. Contó con el apoyo de Hitler. Ella se reservó el papel de mujer protagonista.
Tras la liberación de Alemania después de la II Guerra Mundial, Leni fue detenida por los aliados recibiendo una gran hostilidad por vinculación al régimen nazi, acrecentada por su empeño en negar dicha vinculación. El negativo de “Tiefland” fue confiscado y Leni tardó 10 años en recuperarlo y montarlo, siendo su última película.
Tras ser juzgada por un tribunal internacional, vivió 20 años con su madre en Munich. Sus inquietudes artísticas vuelven en los sesenta con la idea de realizar una película acerca del comercio de esclavos. Se trasladó a Sudán y conoció a las tribus Nuba con métodos de vida prehistóricas, pasando con ellos ocho meses. Gracias a las fotografías que tomó, publicó en 1973 su primer libro “Los nubas”.
A finales de los setenta descubre junto a su compañero sentimental (de cuarenta años menos), la exótica vida del mundo submarino y publicó otro libro de fotografía.
Finalmente murió en el año 2003 a la edad de 101 años.
1 comentario:
jejeje la historia se repite...ainss el hombre es cobarde por naturaleza...niega vinculación con el enano de bigote...antaño pasó algo parecido...o eso dice el libro gordo de Petete...
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