miércoles, 28 de mayo de 2008

El arpa

VII

Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueño tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo
veíase el arpa.

¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas
como el pájaro duerme en la rama
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas!

¡Ay! -pensé-, ¡Cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz, como Lázaro, espera
que le diga: "Levántate y anda"!

Gustavo Adolfo Becquer

2 comentarios:

iketius@hotmail.com dijo...

Ay, ayyyy!
Es de mis favoritas!
n_n

Un pedacito de mí dijo...

Me encanta la poesía. Voy a poner yo una en mi blog :)