jueves, 8 de mayo de 2008

Yo que planifico.

Como no podía ser de otra manera llueve.
Sentado en mi buhardilla frente al ordenador oigo solo dos cosas: El zumbido de mi portátil, leve, que me demuestra que sigue vivo y el golpeteo de las gotas contra el cristal.
Me siento como en una peli de Woody Allen, toda la semana pasada en la cama, enfermo, contando las rallas de gotelé que tiene el techo de mi cuarto mientras un sol de justicia entraba por la ventana. El martes por fin pude salir a la calle (a clase, no os penséis) y hoy jueves el sol dice: Hasta más ver, nos vemos en una semana... ¿Con que cara me quedo yo? A vale, gracias por haberme rozado durante medio día! ¬¬
Y es que a mi me suelen pasar esas cosas. Yo me suelo poner malo justo el último día de clase (mientras estoy en clase, no os penséis que me libro de ir ese día) y recuperarme la mañana en que comienzan las clases de nuevo.
El año pasado me tocó en Navidades, hace dos en semana santa y ahora en el puente de mayo. No sé si esto se conoce con algún nombre, pero debería ser estudiado por los médicos.

Creo que tengo el síndrome del pánico al ocio y tiempo libre. Aunque lo más gracioso es que no tengo tiempo libre. Quiero decir, que tanto en semana santa, como en el puente, como en Navidades, son fechas bastante malas en las que habitualmente me toca estudiar bastante.
De hecho, y sin ir más lejos (que llueve y nos mojamos), este puente tenía pensado avanzar y quitarme la mitad de los temas que tengo que estudiarme para los exámenes de mayo. Obviamente no he hecho nada.
Bueno si, estuve delirando debajo de unas tres mantas mientras la gente andaba en tirantes por la calle. Pero pon tú eso en un examen...
Así que esta semana me toca redoblar esfuerzos y recuperar todo lo que el puente no me dio. ¿Pero quien me devuelve el buen tiempo y el sol? Eso por mucho que me esfuerce yo... me da que aun no tengo superpoderes para lograrlo. Seréis los primeros en enteraros el día que lo consiga.

¿Y todo esto a que viene? Pues sencillamente a que me he cabreado cuando un “amigo” mío me a dicho por Internet que esta semana estoy así de liado por no saberme planificar. ¡Yo¡ Dios y señor de las cosas organizadas! Qué tengo calendarios y agendas para cubriros a todos! Qué planifico hasta el último segundo de mi vida y la de mis amigos! Qué considero cinco minutos de retraso una alta traición!... En fin que no, que me ha dolido en lo más hondo de mi pobre corazón de estudiante que me dijeran eso y me he ido de la conversación. En mi defensa diré además que ya he reorganizado mi calendario, que ya está todo controlado y planificado de nuevo y que además, ya había dejado dos días libres en mi calendario por lo que pudiera pasar.
Y es que, si algo tenemos los buenos organizadores, es que a pesimistas no nos gana nadie.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

...mira el lado positivo de que llueva hombre...así te quedas en casa estudiando y no te amarga el pensar que otros estarán disfrutando de ese hermoso clima en camisetas de tirantes jejejeje

Un pedacito de mí dijo...

Alejandro es siempre un chico organizado. Lo digo yo, que estudio con él y me deja apuntes siempre que los necesito, porque los lleva al día. Encima es buena persona por dejármelos.

Hoy soy yo quien tiene una buena noticia para ti: el lunes hay que ir a una rotativa. Póngase en contacto conmigo y le informo de todos los pormenores. jeje!

Le quiero Alejandromarcos!

Carli.

iketius@hotmail.com dijo...

¿Y cómo lo haces para ser tan organizado?