sábado, 24 de mayo de 2008

El actor


-¿El actor?-
-El mismo, llegó ayer y dice que quiere vernos.-
Se rascó la barbilla mientras miraba a través de la ventana.
-¿Y que piensas que quiere de nosotros?-
-Creo que está claro.- Señaló una silla. -¿Puedo?
Carlos hizo un ademán con la mano instándole a sentarse.
-Como decía, creo que está claro.- Se sentó en la silla y se reclinó hacia atrás.
Estaban en el despacho de Carlos, un pequeño cuadrado acristalado con una gran mesa de caoba y varias sillas negras. -Si no recuerdo mal, creo que es amigo de Félix y probablemente se haya enterado de nuestro contrato con los estudios.-
-Eso no tiene sentido.- Carlos también se sentó. - Él no tiene contrato con esos estudios. ¿No?-
Rubén negó con la cabeza.
-Creo que quiere hacer un trato con nosotros.- Agarró una pelota desestresante de encima de la mesa y empezó a paseársela de una mano a otra.
-Estamos metidos en un lío.- Afirmó Carlos con cara de preocupación cuando comprendió todos los detalles de la información traída por Rubén. El acuerdo con los estudios no era público aún, y estaba hecho a espaldas de sus jefes. Sin embargo, la información había llegado hasta uno de los principales actores de los estudios de la competencia y pretendía hacer negocios con ellos. Si rechazaban ese negocio, sus jefes les echarían. Si lo aceptaban, los estudios romperían el contrato y sus jefes les echarían igualmente.
-Si, pero tengo un plan.-
Ya se imaginaba algo así, no era el primer apuro del que le sacaba Rubén desde que trabajaban juntos.
-¿De que se trata esta vez?-
Rubén sonrió divertido.
-Vamos a hacer que se enamore. Hemos quedado a las diez en el bar de siempre. No lleves corbata.- Y dicho esto se levantó y se marchó llevándose su pelota desestresante y su tranquilidad.

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