jueves, 10 de enero de 2008

La verdad de la mentira.


He estado pensando, que para los inexpertos es esa cosa que uno hace cuando habla consigo mismo sin abrir la boca, y he caído en que no había explicado la razón del nombre del blog. Luego he pensado que era una cosa que no os importaba y ahí ha empezado una conversación entre varios de mis “yos” que no voy a transcribir aquí. La cuestión es que finalmente he decidido (tras amordazar a las personalidades insurrectas) explicar el título.
Como sabréis, el blog se llama “Sinceramente, miento”. Es una frase que ya había utilizado en mi space de msn (que moderno soy hablando) hasta que me aburrí de él y le di finiquito borrando todo lo que había escrito (previa memorización en mi disco duro no os penséis). Las razones que me llevaron a titular así mi space son las mismas que me han llevado a plagiarme a mi mismo y poner el mismo nombre. No os penséis que es que me he quedado sin ideas. Cuando pase eso os enteraréis los primeros.
El caso es que dicho título se me ocurrió justo mientras estaba creando mi space así que puede decirse que fue algo así como inspiración divina. Luego más tarde, recapacité sobre todo lo que conllevaba ese título y decidí que me gustaba mucho más de lo que yo había supuesto y que reflejaba mejor que nada el espíritu de mi blog, incluso mi propio espíritu. La frase significa literalmente, el reconocimiento de que estoy mintiendo (Aquí uno puede entrar en un círculo vicioso que comienza con: Si diciendo la verdad digo que miento, lo de que digo la verdad es también mentira y en ese caso, sinceramente, miento, pero lo del sinceramente también es mentira y si es mentira que es sinceramente es que no mentía y por lo tanto digo la verdad... No os recomiendo seguir esta senda a no ser que tengáis mucho tiempo libre). Volviendo y retomando el tema. La frase significa literalmente el reconocimiento de que miento. Por lo tanto, era algo así como decir a la vez que era franco en mis mentiras. Desde otro punto de vista puede verse esa suma de dos palabras tan diferentes como un contraste, como las galletitas saladas con chocolate, algo tan de moda como es mezclar cosas. Y de eso iba a ir todo lo que yo escribía, de mezclar mentira y realidad, de mezclar sueños con verdad. ¿Y qué es la vida si no una mezcla de esas dos cosas? El que escriba un blog realista miente y el que escriba un blog fantástico también. Pues nadie conoce la verdad, ni sabe lo que es real al fin y al cabo. En nuestra percepción se confunden todos los datos (reales o no) y se procesan juntos en nuestra mente como la comida en el estómago por muy separada que la hayamos tomado.
Y ese es el título de mi blog, algo tan cierto como la vida misma y algo tan falso como la misma vida. Y es que, amigos míos, en este clima de confidencias, siento tener que decirles, que he de confesar que...
sinceramente...
miento.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gran argumento. Y k gran verdad.

Como molan tus reflexiones y paranoias, jajajaja.

Un saludo y ver si un día de estos no llamamos.

Lázaro dijo...

...qué profunda reflexión...aunque ha habido una larga frase que me recordaba a una escena de una de la peli de los Hermanos Marx...
..."la parte contratante de la primera parte"...

...muchos muas...

Ms. Davis dijo...

mmmmm, interesante, debo reconocer que no me habia preguntado por el titulo (raro por que suelo ser muy curiosa), pero la explicaion me parece muy convincente