sábado, 19 de enero de 2008

La Reina De Las Nieves

A veces la casualidad nos hace tropezarnos con tesoros y sorpresas de lo más agradable. Es en esas veces, cuando a nuestro intelecto se le antoja hacer una asociación de ideas y creer fervientemente en el destino. Este es el caso del último libro que he leído. Era un libro para mi, destinado a mi. Realmente un libro maravilloso y sobre todo sobrecogedor al que llegué, como todas las cosas buenas, sin querer.

El libro: La Reina de las Nieves. La casualidad: Que a mi profesora de literatura se le ocurriera ese libro y no otro. El último de los cinco libros obligatorios y, sin lugar a dudas, el que más me ha sorprendido. Para empezar venía caminando por el sendero de la lectura con aire abatido después de comprobar que la selección de obras elegidas no era del todo de mi gusto. Tan solo se salvaban dos libros (además de uno de Lorca), La Reina de las Nieves y La Loca de la Casa, de Rosa Montero, del cual quizás hable en otra ocasión.

La Reina de las Nieves es una obra magistral de la ya fallecida Carmen Martín Gaite. Publicada en 1994, pero escrita en 1975, es una de esas historias inmortales que huelen a romanticismo y a un siglo ya pasado. Ni una sola mención a Franco ni a la política. Un libro que habla de la vida, del amor, del vértigo, de la memoria y del olvido.

La historia es la de un chico recién salido de la cárcel que trata de recomponer sus recuerdos para encontrar el momento en que se volvió frío, como la reina de las nieves del cuento de Andersen que da título a la obra. Su búsqueda le llevará hasta una aldea del norte de España, a un faro y a una mujer que poco a poco lograrán salvarle de la espiral de frialdad y fantasmas donde está sumergido. La obra de Andersen estará presente constantemente y finalmente dará sentido a la historia contada. En la obra el tiempo parece haberse detenido, necesidad primordial para poder dejar fluir los sentimientos.

Pero eso no es lo importante. La obra clama a voces otros asuntos. La obra solo quería un pretexto para hablar de la vida. Y es que ese, y no otro, es el argumento de la obra. La vida entendida como historia, como narración incompleta que tratamos de contarnos unos a otros y la búsqueda por la identidad personal sumergida entre recuerdos mezclados por las historias (vidas) que tratamos de contarnos.

Para concluir, me gustaría destacar el estilo literario de la autora. Sencillamente maravilloso, una narración delicada y bella que nos alcanza los sentimientos de las personas y hace aparecer personajes mágicos de los que no se encuentran en las novelas actuales. Me recuerda mucho (y muy gratamente) a Anne Rice, escritora de Entrevista con el vampiro y a la magia y erotismo que rodean sus obras, a los personajes reales y ficticios, a las luces y a las sombras. Un mundo donde los sentimientos son libres y vuelan hasta el corazón de los personajes, lo que los hace humanos, reales y a la vez inventados e irreales.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero que bien escribes...estoy deseando coger por banda a un librito que yo me se...

Lázaro dijo...

...no seas falsa...
...me has dicho que no te quieres leer ese tocho...

...es coñaaa...

:)

David Rodríguez Seoane dijo...

Según como lo cuentas parece un libro con un trasfondo muy lindo y muy interesante para leer con calma. Tomo tu recomendación y a ver si dentro de poco, despues del desvarajuste de los examenes,tengo mas tiempo y lo leo.

Anónimo dijo...

olaaa!!!!!
realmente e de decir k "parece interesnte"xd jaja un besitoooo

Anónimo dijo...

seras loba...

Anónimo dijo...

Te recomiendo sinceramente "Nubosidad Variable", de la misma autora. Tal vez ya lo hayas leído.

Alejandro Marcos Ortega dijo...

Pues no lo he leido, pero me apunto la propuesta. Muchas gracias ;)

jorgeimer dijo...

Curioso que buscando reseñas de esta genial novela, me encuentre con este texto escrito por un compañero de clase. A mi también me encantó. No caerá la breva de que nos entre en el examen de pasado.
¡Me daré una vuelta por aquí de vez en cuando!