miércoles, 30 de enero de 2008

De nuevo en marcha



Me levanté del suelo y me sacudí el polvo. Antes de ponerme a caminar me quedé mirando fijamente hacia atrás. Veía de lejos la ciudad, recortada entre la luz morada y dorada del sol que se pone. No lograba entender como me había alejado tanto de ella si solo había caminado unos minutos. Algo de polvo se quedó pegado a mis pantalones e intuí que haría falta mucho tiempo para limpiarlos del todo, quizás hubiese manchas que no se iban a ir nunca. Suspiré y dejé caer los brazos. El sol pasaba rápido entre los edificios y lanzaba rayos difusos y mortecinos en las ventanas de los rascacielos.
Por alguna extraña razón no conseguía despegarme de allí. Sabía que me hacía daño contemplar la ciudad, que me habían echado de allí, que ya no era mi hogar. Pero no podía moverme...
La solución estaba justo al otro lado del camino, a mi espalda. Pero costaba tanto darse la vuelta... Hacía tanto tiempo que no salía al camino que me asustaba lo desconocido. Sabía que habría más ciudades, grandes y bellas como esta, con puestas de sol moradas y amaneceres pálidos sobre las montañas. Pero no quería irme de allí. Me iba porque me echaban..
Quizás si me quedaba esperando un poco más, alguien saliese de la ciudad y me alcanzase para pedirme que volviese. Solo tenía que esperar..
Pero una parte de mi sabía que estaba anocheciendo, que nadie saldría a buscarme y que moriría si me quedaba a la intemperie por la noche. Si me quedaba allí y nadie salía moriría. Y el maldito polvo de aquella ciudad no se iba a marchar de mi ropa jamás.
Con lágrimas en los ojos me giré y miré hacia el nuevo horizonte, que comenzaba a oscurecerse. Traté de contener el llanto, cogí mi fardo de recuerdos del borde del camino y me puse a caminar arrastrándolo.
No era el mejor comienzo, pero era un comienzo.

martes, 29 de enero de 2008

Resultado encuesta:

Esta vez me dedico solo a comentar los resultados de la encuesta mientras preparo otra para mañana o pasado (Cuando me de la gana).

Empecemos por el último puesto y tratemos (y con tratemos me refiero a yo y mis otras personalidades) de entender las razones que os han llevado a no votar esta opción. Es decir, voy a divagar. En último lugar y con solo dos votos ha quedado “Que alguien os vea hacer el ridículo”. Teniendo en cuenta el resto de opciones, creo que estos votos han sido el resultado de algún tipo de trauma infantil ya que elegir esto antes que las otras... Ha sido una respuesta esperada y no me sorprende lo más mínimo. Pasemos a las demás.

En tercer lugar “Quedaros sin palabras ante un auditorio lleno” con diez votos. Es la peor colocada de entre las tres primeras, ya que entre las otras dos ha habido un empate casi permanente. Hay gente que tiene verdadero pánico escénico y quedarse sin palabras ante mucha gente da mucho miedo. Sinceramente, pensaba que en esta categoría habría muchos más votos. Pensaba que era algo importante.

“Que te vean desnudo” ha quedado, sorprendentemente, en segundo puesto con 18 votos. Esta era la entrada que yo pensaba que iba a ganar. La gente en la época en la que vivimos tiene mucho pudor a mostrar su cuerpo, bien sea porque no entra dentro de los cánones de belleza establecido por los medios de comunicación de masas o porque no es pudoroso andar enseñando por ahí nuestras carnes blandas. El caso que con todas esas razones, siempre confié en el primer puesto de esta opción.

Lo que nunca hubiera sospechado (aunque empecé a sospecharlo cuando conocí a la principal impulsadota de esta opción) era que algo tan burdo como “Volver del baño con un papel colgando” iba a obtener 21 votos y se iba a alzar finalmente con la victoria de la encuesta. Quizás es que a mi me de más igual que el olvido o despiste al salir del baño provoquen un par de carcajadas y que al día siguiente esté olvidado. Esta ha sido, para mi, la gran sorpresa de la votación y la gran decepción ha sido la de quedarse sin palabras en el auditorio.

Habrá que pasarle los resultados a alguien que sepa interpretarlos y no desvariar como hacemos algunos. Mientras eso llega, os aguantáis y os quedáis con mi comentario.
Dentro de poco empezará la nueva encuesta... estéis preparados o no.

sábado, 26 de enero de 2008

...The end of the movie...

Caen las gotas de cada día prendido a tu cuello resbalando por mi alma...
Cae la luz de cada mirada derramada en la oscuridad...
Cae el sol,
La luna y las estrellas... y caigo yo... y caes tú.

Caen los recuerdos uno a uno contra mi conciencia...
Cae la ilusión y los pequeños detalles...
Caen esos monstruos de todo nuestro amor y te golpean...
Caen y te matan...
Caen...

Caen las fechas y las palabras, como nudos que se deshacen...
Cae la historia y los viajes, cae el final y vuelves al principio...
Caemos solos...
Caen por ti...

Y se resbala mi vida, lentamente, entre cada una de las heridas que dejaste abierta...
Y se escapa mi alma por el hueco que dejaste al irte...
Y me escapo yo...
Y me alejo de ti...


Vuelve el tiempo a comenzar de cero y el espacio a retraerse...
Vuelve tu vida a chocar con la mía...
Vuelven los fantasmas a anidar bajo mi cama...
Vuelve la dama de blanco a velar mi noche...
A no dejarme dormir...
Vuelve todo menos tú... y vuelves tú menos todo...

Y caigo, y caes y caemos...
Caemos...

jueves, 24 de enero de 2008

El saco de la vida


Los recuerdos son pedacitos de luz colgados en la pared de la memoria. Cada uno, en una tonalidad distinta habla de un tiempo pasado que se tiende a idealizar quizás por efecto del marco que les ponemos o de la pared donde los colgamos. Pero pasa como con todo, no se puede analizar un solo momento de una vida o de una relación. Es como el historiador que trata de entender una revolución buscando las causas dos días antes. Los recuerdos son, por tanto, bastante mentirosos.
Aunque quizás no sean ellos los mentirosos y seamos nosotros los que al seleccionarlos, nos mentimos. ¿Alguien sabe porqué un recuerdo se queda grabado a fuego y otro, que quizás sea más grato, se desvanece como arena entre los dedos? ¿Cuántas veces hemos dicho con afán infantil: Ojala recuerde este momento para siempre?
Y es que mi vida, y la tuya, no eres tú y tus circunstancias, sino tus recuerdos y tus circunstancias y la suma de los recuerdos que quedan de tus otros recuerdos y tus otras circunstancias. ¿Quién iba a imaginar que cada instante vivido se nos iba a colgar a la espalda cargándonos segundo tras segundo de momentos y recuerdos?

Y es que ahora, desde el último borde del tiempo que he vivido de momento, miro para atrás y me asusto de verme persiguiéndome... Y miro delante y me asusto de verme creando gotas de memoria con que llenar el vaso de mi vida. ¿Y qué es morir sino soltar todo ese fardo con el que cargamos cuando nacemos? Morir es olvidar y nacer es empezar a recordar. Y cada uno de esos momentos, cada recuerdo, puede hacer que nuestra carga pese más o menos, que tomemos una dirección u otra, que nos hundamos o lleguemos a lo alto. Solo nosotros, con lo que vamos recogiendo y metiendo en el saquito vamos formando lo que en un futuro seremos al soltar el peso, al dejar de latir y de recordar.

A mi me gustaría poder meter la mano en la bolsa, sacar los recuerdos que llevaban espinas y dejarlos de nuevo en el suelo, eliminarlos de mi vida, permitir que no me hundan y dejar solo lo que llene de luz esa pared que es mi memoria.
Pero sé que es imposible, que todo eso que llevo colgado, forma tanta parte de mi ser como yo mismo y he de aprender a escalar montañas con ese peso y a no dejarme pinchar cuando los recuerdos se remuevan a mi espalda y me insten a pararme en el camino y llorar. He de hacerlo por mi y por todos esos recuerdos que aun están diseminados por el camino y quiero recoger. Aunque alguno tenga espinas, quizás al final del todo haya merecido la pena pincharse...
Aunque solo sea por sentir...
Aunque solo sea por vivir...
Aunque solo sea por recordar...

miércoles, 23 de enero de 2008

Marcos



Hacía ya diez minutos que no llovía. Las calles estaban empapadas, veladas con la ligera capa de humedad que había dejado la tormenta. Una pareja se apretaba bajo el cobijo de un paraguas y caminaban a paso rápido sin saber, o sin querer saber, que ya no llovía. Marcos se arrugó aun más bajo su sucia gabardina marrón, apuró el cigarrillo y lo tiró al suelo con indiferencia mientras observaba la pareja desaparecer en la esquina. El agua resbalaba perezosa por el adoquinado hacia el final de la calle del Reloj en Madrid.
Los edificios parecían deseosos de besarse unos con otros y estiraban sus manos en forma de farolas intentando tocarse. -Tan solo son piedras grises.- Se repitió Marcos sin mucha convicción recordando una frase de algún amigo que había arrancado de su memoria mientras observaba el cielo. No le gustaba Madrid, ni su gente, ni su humo, pero no podía vivir sin ella. Introdujo su mano en el bolsillo derecho y sacó de ella una cajetilla aplastada de Ducados y encendió un cigarrillo con los ojos entrecerrados, como hacían los vaqueros en las buenas películas. Sonó algún reloj en algún lugar y dio siete campanadas. -Media hora tarde, no está mal.- Introdujo sus manos en el bolsillo y se dejó caer contra una de las viejas paredes de la estrecha calle. Se volvió a incorporar y subió el cuello de su gabardina protegiéndose del frío que comenzaba a entumecerlo. Dejó que el cigarro se consumiera en sus labios mientras el humo le distraía haciendo divertidas figuras. Nadie sabía cuantos años tenía, solía decir que ni el mismo lo sabía y que debía rondar los cuarenta y pico. Otros, más optimistas no le aventuraban más de treinta años, pero en realidad era cierto, ni él mismo sabía cuantos años tenía. Unas cuantas canas vetaban su pelo y dos o tres patas de gallo remendaban su rostro, casi siempre mal afeitado. Cuando apagó su cuarto cigarro dirigió sus ojos verdes al final de la calle y después se contempló en un charco que tenía delante. Unos ojos tristes le devolvieron la mirada desde el fondo del agua, ojos verdes, gastados y semicerrados. No se gustó demasiado y se pisó el rostro con expresión enfadada. Sacó de nuevo el paquete de tabaco y lo arrojó con furia contra la pared de enfrente. Una anciana comenzó a cruzar la calle lentamente precedida de una especie de rata inquieta a la que hacía llamar Nancy. Marcos se apoyó en la pared mientras dejaba que la señora apretara el bolso bajo su abrigo de piel y acelerara el paso. Toda su vida había odiado a todo el mundo, culpables directos o indirectos de su situación actual, según decía. El mundo era para el poco más que el lugar en el que Dios decidió encarcelar a Madrid. Siempre pensaba que la gente no merecía la ciudad, que sus habitantes eran un castigo para la misma y que él debía ser el peor de todos. Por eso no podía separarse de ese maldito lugar, por eso lo absorbía y le quitaba la vida. Volvieron a sonar las campanas, las 7 y 30.
-Otra vez....-Pensó. Sonrío abatido, derrotado. Echo a andar, meditabundo, hundiendo su cabeza en la gabardina y sintiendo el calor interior en la barbilla. En la calle siguiente torció a la derecha e ignoró a la pareja de antes que proseguían su paseo, esta vez más despacito y con las manos, dentro de un portal. Poco a poco llegó sin proponérselo al Palacio Real y allí giró de nuevo a la derecha, encontró su calle tal y como la había dejado cuando se marchó, mojada y vacía. -Como todas las calles de la ciudad... al menos para mí.- En el fondo Madrid y él se querían y se odiaban, se sentía como un bailarín de tango, a veces cruel, a veces perverso, seductor, dulce, desgarrador, y Madrid bailaba con él. Madrid, una ciudad con nombre de hombre y con mente de mujer. Abrió la puerta de su portal como hacía cada viernes cuando volvía de su cita ausente en la calle del reloj. Cuando volvía derrotado e incansable a esperar en su piso a que llegase el viernes siguiente a la misma hora, cuando la ilusión le hacía salir a la calle y esperar allí durante horas hasta que ella volviese, hasta que se arrepintiese de haberse ido y poder retomar su juventud donde la dejó hace 25 años, cuando ella se fue y le prometió volver un viernes a las 6 y 30 en la calle del Reloj.

martes, 22 de enero de 2008

Los Piratas



Pequeño gran grupo del pop español (Son de Vigo). Su mediatización no es de las más importantes (me alegro por ello) y su difusión solo llega a quien quiere saber de ellos. Es, por tanto, mi grupo de música preferido cuando no tengo nada nuevo que escuchar.
Llegué hasta ellos justo un año después de que se disolvieran gracias a un compañero de universidad. Le pedí que me dijera una canción de su grupo favorito y me dijo: Escucha “El equilibrio es imposible” de Piratas. Más tarde añadió: Pero ten cuidado, que enganchan. Yo me reí, pensando que tal vez exageraba, intuía que los grupos de pop alternativo (es decir, POP con mayúsculas) no iban a ser de mi gusto.
Una vez más me equivoqué.
Escuché la susodicha canción que durante mucho tiempo se convirtió en una de mis canciones favoritas hasta que me decidí a bajarme canciones nuevas (nuevas para mi se entiende, el grupo ya estaba disuelto). En este punto he de señalar que obviamente ya conocía canciones de ellos como “Promesas que no valen nada” y “Años 80”, que se difunden por las radios comerciales, pero no me suponían ninguna curiosidad. No fue hasta que escuché “El equilibrio es imposible” cuando me picó ese bicho negro y pequeño que llamamos curiosidad. Y maldita la hora...
Me descargué el disco donde venía la canción, “Ultrasónica”, para muchos su mejor disco, para otros, su disco más comercial. No me acabó de convencer, aunque me gustaba mucho, pero no como para hacerme fan.
Hasta que un día cayó en mis manos “Fin de la segunda parte”, su último disco. Un disco en directo con la mayoría de sus canciones conocidas. Fue eso, el directo, y no otra cosa, lo que hizo que yo me hiciera fan. Escuchaba el disco una y otra vez (a pesar de que solo conocía tres canciones) y cada vez me gustaba más. No había alguna canción que me cansases de escuchar, no quería saltarme algunas (como pasa en algunos discos, cuando nos saltamos canciones mediocres para llegar a las tres o cuatro buenas). Con toda esa información ya estaba preparado para bajarme sus anteriores discos. Con “Ultrasónica”, “Manual para los fieles” y “Poligamia” quedé totalmente enganchado de este grupo.
Sus otros discos, entre los que se incluye otro grandes éxitos anterior (“Fin de la primera parte”) que marca un cambio en la tendencia musical que les acercaba más al pop rock comercial y les alejaba del pop alternativo, fueron el fin de mi colección y la culminación de mi adicción. Me descargué hasta unos discos posteriores con canciones remezcladas y muy alternativas, con un sonido experimental que no me disgustó del todo.

Años más tarde de ese descubrimiento ya poseo varios discos originales de la banda y los dos que ha sacado Iván Ferreiro (cantante de la banda) en solitario.
¿Qué es lo que me gusta de Los piratas? No lo sé muy bien. Algunas veces es la letra, aunque en muchas de las canciones me cuesta encontrar un sentido lógico a lo que se dice (quizás eso contribuya). Otras veces es la música, otras la voz del gran Iván, desgarradora, con matices únicos y diferentes. Sinceramente, no lo sé. Aunque no creo que sea por una sola de esas cosas. Sospecho que es su estilo, alternativo, sus canciones variadas, sus letras absurdas a oídos profanos. Y el hecho de que sentirme fan de Los Piratas me hace ser un poco diferente de la gente común.
Una verdadera lástima que no haya podido ir a ningún concierto suyo, sus directos si que eran muy buenos.

Para los novatos curiosos os recomiendo “Ultrasónica” o “El fin de la segunda parte” como discos. Y como canciones... Muchas, casi todas diría yo. Por señalar algunas:
-El equilibrio es imposible.
-M.
-Mi matadero clandestino.
-Promesas que no valen nada.
-Mi tercer pie.
-Mi coco.
-Fecha caducada.
-Inerte.
-Tu perro guardián.
-Disimular.
-Caótico neutral.
-Filofobia.
-Inevitable.
-Te echaré de menos.
-Hoy por ayer.
Y como versiones:
-Dime que me quieres.
-My way.
-Bésame mucho.

No soy alternativo, ni lo seré nunca. Escucho los 40 y me tragó las mismas canciones una y otra vez. He bailado con las Spice Girls y con los Backstreet boys. Y... soy pirata.

domingo, 20 de enero de 2008

Mafalda y la democracia


Esta vez he preferido dejar que sea Quino quien, de la mano de Mafalda, exprese mi más sincera (y cínica) opinión sobrela forma de gobierno que se conoce comunmente como democracia.
Creo que no hay nada más que añadir.
(De otras formas de gobierno opino de peor forma así que puede considerarse afortunada)

sábado, 19 de enero de 2008

La Reina De Las Nieves

A veces la casualidad nos hace tropezarnos con tesoros y sorpresas de lo más agradable. Es en esas veces, cuando a nuestro intelecto se le antoja hacer una asociación de ideas y creer fervientemente en el destino. Este es el caso del último libro que he leído. Era un libro para mi, destinado a mi. Realmente un libro maravilloso y sobre todo sobrecogedor al que llegué, como todas las cosas buenas, sin querer.

El libro: La Reina de las Nieves. La casualidad: Que a mi profesora de literatura se le ocurriera ese libro y no otro. El último de los cinco libros obligatorios y, sin lugar a dudas, el que más me ha sorprendido. Para empezar venía caminando por el sendero de la lectura con aire abatido después de comprobar que la selección de obras elegidas no era del todo de mi gusto. Tan solo se salvaban dos libros (además de uno de Lorca), La Reina de las Nieves y La Loca de la Casa, de Rosa Montero, del cual quizás hable en otra ocasión.

La Reina de las Nieves es una obra magistral de la ya fallecida Carmen Martín Gaite. Publicada en 1994, pero escrita en 1975, es una de esas historias inmortales que huelen a romanticismo y a un siglo ya pasado. Ni una sola mención a Franco ni a la política. Un libro que habla de la vida, del amor, del vértigo, de la memoria y del olvido.

La historia es la de un chico recién salido de la cárcel que trata de recomponer sus recuerdos para encontrar el momento en que se volvió frío, como la reina de las nieves del cuento de Andersen que da título a la obra. Su búsqueda le llevará hasta una aldea del norte de España, a un faro y a una mujer que poco a poco lograrán salvarle de la espiral de frialdad y fantasmas donde está sumergido. La obra de Andersen estará presente constantemente y finalmente dará sentido a la historia contada. En la obra el tiempo parece haberse detenido, necesidad primordial para poder dejar fluir los sentimientos.

Pero eso no es lo importante. La obra clama a voces otros asuntos. La obra solo quería un pretexto para hablar de la vida. Y es que ese, y no otro, es el argumento de la obra. La vida entendida como historia, como narración incompleta que tratamos de contarnos unos a otros y la búsqueda por la identidad personal sumergida entre recuerdos mezclados por las historias (vidas) que tratamos de contarnos.

Para concluir, me gustaría destacar el estilo literario de la autora. Sencillamente maravilloso, una narración delicada y bella que nos alcanza los sentimientos de las personas y hace aparecer personajes mágicos de los que no se encuentran en las novelas actuales. Me recuerda mucho (y muy gratamente) a Anne Rice, escritora de Entrevista con el vampiro y a la magia y erotismo que rodean sus obras, a los personajes reales y ficticios, a las luces y a las sombras. Un mundo donde los sentimientos son libres y vuelan hasta el corazón de los personajes, lo que los hace humanos, reales y a la vez inventados e irreales.

viernes, 18 de enero de 2008

¿Vergüenza?

!!!Nueva encuesta!!!

Tengo varias encuestas más preparadas sobre Disney, pero no quisiera ser repetitivo ni pesado y, teniendo en cuenta que este blog va a durar mucho mucho tiempo pues he decidido suavizar la cosa para ir cambiando de tema.
Para empezar he decidido ampliar el periodo de votación de una semana a diez días. El principal motivo es que me ha dado la gana y los motivos secundarios son cosas así de objetivas así que, lo dicho. Disfrutad de la nueva encuesta. Aún no sé que haré con el resultado cuando lo vaya a publicar. Confío en que algo se me ocurrirá (Iba a poner que algo original, pero no me tengo tanta confianza).


La encuesta consiste en lo siguiente. Necesito que os pongáis en situación. Puestos a elegir de entre todas estas opciones, ¿Cuál de ellas os daría más vergüenza?
Las situaciones posibles son (y no vale decir: “A mi me daría más vergüenza tener el pelo verde”, hay que ceñirse a las opciones):
-Primero: Que un grupo de gente te vea desnudo (sin tu permiso se entiende). Imaginad que os estáis cambiando en un baño cuando de repente entra un grupo ingente de japoneses con ganas de orinar (mear para la gente de ciencias) y abren por equivocación la puerta que, por equivocación (casualidades de la vida) habéis dejado abierta... ¿Os ponéis coloradotes?
-Segundo: Quedaros sin palabras en un auditorio. Os pongo en escena. Todo el instituto (empresa, universidad, familia) os está mirando. Hay cientos, no, miles de personas pendientes de ti y un foco enorme alumbrándote. Tienes que recitar algo, algo que te sabías de memoria pero que de repente desaparece de tu cabeza... ¿Y bien?
-Tercero: Salir del baño con un trozo de papel sucio en el pantalón. Os da un apretón de los buenos, y, sin más remedio, acudes al baño público y haces lo que tanto deseabas hacer sentadito en la tacita. Cuando acabas, ya más aliviado (esperamos), sales tan contento del baño y entras en tu clase (despacho). En ese momento descubres (algo después que tus compañeros) que un pedazo de papel higiénico usado y bastante sucio se ha adherido a tu pantalón y te asoma por la huchilla... ¿Para morirse?
-Cuarto: Alguien te ve hacer el ridículo cuando creías que estabas solo. Estás en algún lugar en el que supuestamente no hay nadie, por ejemplo un parque, unos baños, tu habitación y de repente ponen esa canción que tanto te gusta. Como estás solo, coges lo primero que tengas a mano y lo colocas a modo de micrófono. Segundos más tardes, la emoción de la música te invita a acompañar tu terrible graznido con un bailoteo a lo Shakira, con caderas y todo. En ese momento te giras y te está observando esa persona que siempre se ríe de ti. Algo de corte si que da ¿No?...

Y aquel que dice que no tiene vergüenza... ¡Qué vote el primero!

jueves, 17 de enero de 2008

"Para obtener lo que quieres, deberás convertirte en humana..."

Por fin tenemos los resultados de las votaciones de tan ardua encuesta. Son los siguientes:
-En último lugar encontramos a la Madrastra de Blancanieves y a Hades, parece que estos dos señores villanos no calaron hondo en nuestra infancia. Cada uno obtuvo solo dos votos.
-En un merecido tercer puesto están Maléfica y Jafar, dos estirados donde los haya, con un cierto parecido físico. Alomejor hacen buena pareja y todo. El caso es que los dos han obtenido tres votos.
-Medalla de plata para la señorita Cruella de Ville. He de reconocer que me sorprende este segundo puesto, ya que no suele ser una película con muchos seguidores y porque no ha sido de las malas mas crueles. Quizás nos haya horrorizado más su cara y esa manera tan “chachi” de combinar blanco y negro. Sea como fuere, se ha quedado a las puertas de ser nuestra mala malísima con un total de 12 votos.

And the Oscar goes to... ÚRSULA, la bruja del mar!!!!! Con 22 cacho de votos que hacen de ella la ganadora de esta singular competición. Con un voto más habría conseguido la mayoría absoluta. Pero no le hace falta porque es así de genial ella sola.

Su primera aparición se hizo en 1989 con el estreno de la película original y más tarde apareció en la reedición de 1998 y en la de 2006. En el cuento original en el que se basa la película, el personaje de Úrsula (cuyo nombre no está comprobado en el cuento) es mucho más secundario y se trata de una hermana del rey Tritón, apartada del trono.
Para la primera edición, la que todos recordamos con mayor fuerza, su voz fue interpretada por la mejicana Serena Olvido. Aquí os dejo la ficha técnica de la película:

-TITULO ORIGINAL: The Little Mermaid

-DIRECTOR: John Musker, Ron Clements

-PRODUCTORA: Disney

-MUSICA: Alan Menken

-INTERPRETES: Dibujos Animados.

-DURACIÓN: 83 min.

-ESTRENO EN ESPAÑA: 05-12-1990

-PREMIOS:
-Oscar de 1990 a la mejor banda sonora y a la mejor canción.
-Grammy.
-Globo de oro a la mejor banda sonora y mejor canción.

Nuestra querida bruja es, por tanto, partícipe de uno de los mejores y más clásicos filmes de Disney y cuenta además con varias reediciones que lo atestiguan.
No participa, por el contrario, en las múltiples secuelas a las que ha dado lugar la saga, ni aparece en la serie de televisión. Quizás por eso no hayan tenido tanto éxito.
Úrsula es el segundo ser más poderoso del reino submarino del rey Tritón después de él mismo. Tiene la mitad inferior del cuerpo convertida en ocho tentáculos negros y la superior en un torso femenino muy voluptuoso.
Creo que este personaje refleja fielmente todo lo que supone ser una bruja del mar. Vive en una gruta submarina de lo más acogedora (nótese el sarcasmo) y gusta de decorar su jardín con las almas encerradas de la gente que ha querido engañarla. Si bien hemos de recordar que en principio ofrece un trato justo a Ariel y parece respetarlo, más tarde interviene directamente para que los propósitos de la sirenita no se lleven a cabo. Al fin y al cabo, no es culpa de Úrsula que Ariel firmara sin haber establecido la no intervención de la bruja. Finalmente tiene un trágico fin cuando, borracha de poder, trata de divertirse matando a la sirenita y a su príncipe. Este hecho y su enfurecimiento por la muerte de sus adorados secuaces (dos morenas de lo más perversas) hacen que se descontrole una tormenta que ella misma ha creado y saque a flote un navío hundido que finalmente y pilotado por el príncipe acaba atravesándola por la mitad.
También quiero hacer notar la muerte y la agonía de Úrsula, que se nos muestra con todo detalle mientras que las películas de dibujos actuales no son tan crudas en ese aspecto. Sinceramente, hecho de menos ver morir al malo de la película. Todos recordamos como una piedra enorme lanzada por los enanos aplasta a la madrastra de Blancanieves, o como una flecha atraviesa el pecho de Maléfica, finalistas de nuestra encuesta.
Por poner un final, me gustaría remitiros a, para mi, el momento estelar de Úrsula en la película: Cuando engaña con una canción a la inocente y crédula Ariel. Atención a sus movimientos sinuosos, a su maldad rebosante y a su persuasión lujuriosa. Una lástima que muriera y que no pueda deleitarnos con toda su maldad en posteriores secuelas. Sinceramente, es una de las malas que merecía ganar.
Para remitiros directamente al susodicho momento, aquí tenéis un enlace dónde podréis ver el vídeo de la canción en cuestión.
Disfrutadlo.

http://www.youtube.com/watch?v=XJHMRouvHYQ&feature=related

Recordad que a partir de mañana comenzará una nueva encuesta.

miércoles, 16 de enero de 2008

Lavanda y jabón



Me encontré con tu esencia como flotando por la habitación. Hacía horas que te habías marchado y tu olor permanecía tumbado sobre la cama, esperando mi llegada para golpearme.
Tu avión sobrevolaba el océano en esos instantes. Y yo solo tenía tu olor.
Me acerqué temeroso a la cama, como si cualquier movimiento pudiese desparramar tu olor por el cuarto y hacerlo desvanecer entre todos los olores banales que rodean mi casa. Cómo si el aroma a cuero de los sofás quisieran competir contigo, como si el café de esta mañana aún no se hubiera rendido. Hubiera dado lo que fuera por poder cerrar la puerta y encerrarme con ese olor por siempre. Pero no podía moverme.
Con los ojos clavados en la funda de almohada me puse de rodillas y aspire levemente el aire que cubría la colcha. Segundos más tarde pasé la punta de los dedos por la superficie de raso de aquel material que cubría mi cama. Quería quedarme allí para siempre, que ningún otro olor perturbase mi felicidad. Pero sabía que eso no podía ser. Ya veía asomados en el marco de la puerta al olor de la bollería que tenía esparcida en la encimera de la mesa, el olor de mi propio cuerpo, el olor a normalidad, a rutina.
Tu olor se apagaba lentamente dentro de mis papilas olfativas, diluyéndose, desapareciendo. ¡Cuánto daría por volver a entrar en la habitación y sentirte allí! ¡Cuánto daría por no tener que abrir la ventana!
Con un suspiro de resignación y otro de responsabilidad me levanté y lentamente abrí la ventana que daba a la calle Serrano. Como un puñetazo, el aire frío de las mañanas de Marzo se coló corriendo y arrancó de la cama los pedazos que quedaban de ti para llevárselos de nuevo de mi lado. Permanecí mirando los coches y sonriendo para mi mismo hasta que escuché el teléfono del salón.
Ese sonido no me olía a ti. La calle tampoco. Habías desaparecido de mi vida por Dios sabe cuanto tiempo. Y yo tenía que contestar.
Pero era tan fácil quedarse allí... Eran tan fácil escuchar ese sonido, mezclado por el de la calle. El ruido de la vida, de las prisas. No podía recordar tu olor. Miré de nuevo la colcha de raso blanco y suspiré. Las sábanas estaban tendidas en la terraza, ya no olían a ti. En la ducha el agua se había llevado tu olor a lavanda y a jabón por el sumidero. Los sofás nunca te habían dejado impregnarles con su olor, pero aun así habían olido a ti. Todo. Desde el más triste tenedor hasta la más grandiosa de las paredes olía a ti. A cuerpo y sangre, a dulzura y pasión. A peligro, a lo desconocido. Olías a mar. Para mí eres grande, insondable y sobre todo un peligro. La tentación, el pecado. Hueles a silencio y a mentiras.
Sin muchas ganas me arrastré hasta el salón y descolgué el auricular momentos antes de que dejara de sonar.
-Hola cariño, ya pensaba que no habías llegado aún.- Contestó una voz desde el otro lado. No era tu voz.
-Estaba deshaciendo la maleta.- Contesté sin dejar de mirar fijamente uno de los sillones de cuero amarillo. Su silueta se recortaba contra la semipenumbra que aun reinaba en la estancia y se me antojaba como una gran sonrisa maliciosa. Una sonrisa que decía: Sé lo que has hecho, pero no voy a decir nada. Pero era y decía más que eso. Era una sonrisa que me atormentaría cada vez que alguien que no seas tú se siente allí. Una sonrisa que cada día me dirá: ¿Y si hoy me apetece decirlo?
-Yo vuelvo en una hora. ¿Porqué no preparas un baño caliente? Me apetece mucho charlar contigo.-
Silencio. No sabía si tenía que contestar algo.
-Vale.-
Colgué el auricular tras despedirme sin mucho afán y traté de poner en orden mi vida. Ahora estaba de pie. Mirando el sofá y su sonrisa burlona. Tenía dos esencias mezcladas en mi mismo. Tenía un olor, que se estaba descolgando por la fachada desde la ventana de la habitación y una voz, una voz que se colaba desde un teléfono y trataba de invadir aquello que le pertenece, pero que realmente nunca ha tenido.
Fui hasta el baño y abrí el grifo de la ducha.

martes, 15 de enero de 2008

Los mandos a distancia, esos grandes desconocidos

Supongo que muchos de vosotros habéis observado la insistente manía que tenemos los seres humanos con acceso a un televisor de apretar las teclas del mando con violencia cuando se acaban las pilas. ¿De dónde viene esa práctica ancestral y tan absurda? Hoy, sin mucho afán de investigador, me propongo desenmarañar este secreto que descansa en nuestro subconsciente colectivo.

Planteamos la situación: Un/una susodicho/a humano/a está en su casa viendo televisión. Como suele ser corriente, el canal elegido está en anuncios o bien está emitiendo uno de esos entrañables programas donde la gente se dedica a sacarse los ojos unos a otros. El caso es, que nuestro amable señor/a se cansa de dicho canal y toma la firme decisión de cambiar de cadena. Sin mucha intención de ejercitar ningún músculo que no esté por encima del pecho, nuestro amigo (si, ya es amigo, las barritas que las ponga cada uno en su cabeza) agarra el mando con una mano y con un dedo de esa misma mano pulsa un canal al azar (preferentemente el primero para comenzar a hacer zapping y cambiar). Al principio tarda un poco en reaccionar. Al darse cuenta que el mando no funciona lo mira (¡Atención, primero lo mira!). Es una acción que cerciora que no hayamos agarrado el mando a distancia del revés y que de paso le pregunta al aparato ¿Qué te crees que haces? Ante el silencio del pequeño rectángulo plastificado, nuestro hombre vuelve a repetir la acción de apretar el botón solo que en este caso el dedo hace una mayor presión sobre el desdichado botón. Nada. El mando a distancia parece estar burlándose de nosotros. En este punto tenemos dos opciones: Agarrar el mando con ambas manos y destripar el botón, o golpear la tapa de las pilas para que reaccionen (debe ser). El caso, es que rara vez estas técnicas dan como resultado el cambio de canal. Y si dan ese resultado, el canal en el que se habrá parado nuestro televisor será como poco cinco veces peor que el que estábamos viendo anteriormente. El caso es que nuestro amigo sigue negándose a levantarse y cambiar la tele sin mando o cambiar las pilas. Tras repetir un número indeterminado de veces la acción de apretar la tapa o el botón, nuestro hombre se rinde y, probablemente, se quede viendo el canal que estaba viendo.

Entonces: ¿De dónde viene esa insistencia por usar la fuerza bruta para arreglar cosas? Por que ahora se trata de un mando a distancia, pero empleamos la misma técnica para arreglar un ordenador, un cajero, una máquina de chicles, al perro o a la vecina. Todo falla, todo se arregla con golpes. Y de ahí no me saquen. ¿Qué la puerta del bus tarda en abrirse?, le arreo una patada. Qué las tostadas se han quedado atascadas, le doy un manotazo. Qué mi hermano se ha comido el último pedazo de tarta, agarro el cuchillo y... Me estoy desviando. Puede que esa necesidad venga de dos sitios: O bien de nuestra ignorancia sobre como arreglar las cosas de otro modo (poco conocimiento sobre electrónica, mecánica, relaciones humanas...) o de nuestro pasado animal. Y con pasado animal no quiero involucrar a todas esas criaturas sensacionales que pueblan nuestro planeta. No, con animal me refiero a bestia, zafio y abotargado.

De esta experiencia se desprenden varias cosas a las que podemos denominar como conclusiones del experimento:
-El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra.
-El hombre es, por naturaleza, vago.
-Nadie cambia las pilas del mando si puede evitarlo.
-Los aparatos que no funcionan no se arreglan con golpes. Si así fuera, los talleres estarían instalados en campos de rugby.
-Todos damos golpes a los aparatos que no funcionan.
-Todos alguna vez hemos arreglado algún aparato con algún golpe. -La conclusión cuatro y la seis se contradicen.
-El hombre aún no ha terminado de bajar del árbol.
-Cuando haya bajado del todo, lo talará.
-Todo lo que no conozco merece ser pateado.

Ahora juzgar vosotros mismos...

domingo, 13 de enero de 2008

04:36 AM

Abrí los ojos bruscamente mientras ahogaba un grito. Mi respiración estaba agitada, mis puños cerrados con fuerza, crispados. El pulso me latía con violencia en las sienes como dos grandes martillos y me impedía escuchar con claridad los ruidos de mi alrededor. La sangre se agolpaba en mi cabeza aumentando la presión. Tenía náuseas.
A tientas y jadeando me incorporé sobre mi cuerpo y traté de prestar atención a los sonidos que me perseguían por encima de los latidos de mi corazón. Con una mano, temblorosa aún, me retiré un mechón de pelo de la cara y me limpié el sudor que perlaba mi frente.
Entrecerré los ojos y observé a través de ellos la oscuridad que reinaba a mi alrededor. En ese estado de confusión no distinguí ninguna sombra, silueta o perfil que me fuera conocido. Apreté los ojos y me puse la mano en el pecho para tratar de calmarme. Tragué saliva con esfuerzo y respiré hondo. Tenía la boca seca y los ojos llorosos. Tras varias bocanadas volví a abrir los ojos y comencé a observar todo con una nueva luz.
Empezaba a recordar cosas de mi mismo. Ya no me perseguían. Estaba a salvo y las figuras de mi alrededor comenzaban a perfilarse en formas conocidas.
Aún me costaba dividir la fantasía de la realidad. ¿Qué era cierto y qué era mentira? Traté en vano de buscar un recuerdo al que aferrarme como una tabla que flota en medio del mar.
Retiré la mano de mi pecho y con suavidad aparté la manta que aún cubría mis piernas.
Con movimientos torpes y cansados giré las piernas y las dejé colgando del borde de la cama. Cuando mis pies tocaron el frío suelo de madera dejaron de temblar. Estaba realmente agitado y cansado. Había hecho un gran esfuerzo, estaba exhausto.
De forma abatida, posé mi rostro sobre las palmas de mis manos y, apoyando los codos sobre mis rodillas y sin querer, ni poder, evitarlo, comencé a llorar por una sensación que no recordaba. Por un mal trago que no ocurrió en realidad, por una angustia que no había sentido. Lloré a solas, creyendo en la razón que me hacía llorar. Lloré a solas, desahogando toda la tensión y la presión de mi cabeza. Lloré hasta casi quedarme dormido de nuevo sin recordar nada de nada.
Todo ha sido un mal sueño, me dije, has tenido una pesadilla, eso es todo.
Una pesadilla...
Si, tal vez haya sido una pesadilla.
...Tal vez...

sábado, 12 de enero de 2008

De mayor quiero ser Mafalda.


Mafalda:
La primera amiga que quiero presentaros es esta pequeña niña argentina.
Se trata de uno de los personajes de comic más interesantes y reales que he leído nunca. Fue dibujada por Quino (dibujante argentino con ascendencia española) para un periódico.
He de reconocer que cuando me la presentaron por primera vez, allá cuando yo tenía doce años, no le encontré mucho sentido a lo que decía esa niña y no me hacía mucha gracia. Hoy en día no podría concebir la vida sin su sarcasmo.
Y es que, como pasa con muchas cosas en la vida, uno no llega a apreciarlas hasta que se hace mayor (hablo como si tuviera 55 años). A lo que me refiero es que ahora entiendo que cuando yo me acerqué a Mafalda, no estaba preparado para hacerlo puesto que desconocía muchas cosas del mundo y de la vida.
Su peculiar punto de vista, su habilidad para meter el dedo en la llaga y su gran pandilla de amigos (y hermanito) hacen de Mafalda un personaje que, aun habiendo siendo dejado de dibujar hace muchos años, no ha perdido su frescura ni su actualidad.
Probablemente sea una de las cosas que más fastidiasen a Mafalda, que después de 50 años de vida, pudiese seguir haciendo las mismas críticas al mundo.
Seguro que durante la vida de este blog recojo muchas de sus reflexiones o presento algunos de sus amigos. Este comic es muy recomendable para toda aquella gente que ame la paz y que haya disfrutado con el principito. Un humor fresco, cargado de ironía y con mucha crítica social.
Para concluir (antes de sacar el látigo para obligaros a todos a que vayáis a leer Mafalda) me gustaría incluir una cita de Julio Cortazar sobre Mafalda que encontré en el libro Todo Mafalda dónde se recoge todo lo dibujado sobre esta inocente niña con tantas ganas de cambiar el mundo.
Yo de mayor quiero ser Mafalda.

“No tiene importancia lo que yo piense de Mafalda,
lo importante es lo que Mafalda piensa de mi.”
Julio Cortazar.

Nueva sección


¡Inauguró sección! (no habrá canapés).
Esta nueva sección se llamará: No puedo vivir sin... Y como muy bien habéis adivinado, se tratará de cosas sin las que la vida no tendría ese leve matiz morado que tanto me gusta. En esta sección hablaré de libros, películas, comics, lugares, gente y todo lo que se me ocurra (bueno, todo no que hay cada cosa...)
En fin, espero que os guste esta sección o que al menos no os disguste.

jueves, 10 de enero de 2008

La verdad de la mentira.


He estado pensando, que para los inexpertos es esa cosa que uno hace cuando habla consigo mismo sin abrir la boca, y he caído en que no había explicado la razón del nombre del blog. Luego he pensado que era una cosa que no os importaba y ahí ha empezado una conversación entre varios de mis “yos” que no voy a transcribir aquí. La cuestión es que finalmente he decidido (tras amordazar a las personalidades insurrectas) explicar el título.
Como sabréis, el blog se llama “Sinceramente, miento”. Es una frase que ya había utilizado en mi space de msn (que moderno soy hablando) hasta que me aburrí de él y le di finiquito borrando todo lo que había escrito (previa memorización en mi disco duro no os penséis). Las razones que me llevaron a titular así mi space son las mismas que me han llevado a plagiarme a mi mismo y poner el mismo nombre. No os penséis que es que me he quedado sin ideas. Cuando pase eso os enteraréis los primeros.
El caso es que dicho título se me ocurrió justo mientras estaba creando mi space así que puede decirse que fue algo así como inspiración divina. Luego más tarde, recapacité sobre todo lo que conllevaba ese título y decidí que me gustaba mucho más de lo que yo había supuesto y que reflejaba mejor que nada el espíritu de mi blog, incluso mi propio espíritu. La frase significa literalmente, el reconocimiento de que estoy mintiendo (Aquí uno puede entrar en un círculo vicioso que comienza con: Si diciendo la verdad digo que miento, lo de que digo la verdad es también mentira y en ese caso, sinceramente, miento, pero lo del sinceramente también es mentira y si es mentira que es sinceramente es que no mentía y por lo tanto digo la verdad... No os recomiendo seguir esta senda a no ser que tengáis mucho tiempo libre). Volviendo y retomando el tema. La frase significa literalmente el reconocimiento de que miento. Por lo tanto, era algo así como decir a la vez que era franco en mis mentiras. Desde otro punto de vista puede verse esa suma de dos palabras tan diferentes como un contraste, como las galletitas saladas con chocolate, algo tan de moda como es mezclar cosas. Y de eso iba a ir todo lo que yo escribía, de mezclar mentira y realidad, de mezclar sueños con verdad. ¿Y qué es la vida si no una mezcla de esas dos cosas? El que escriba un blog realista miente y el que escriba un blog fantástico también. Pues nadie conoce la verdad, ni sabe lo que es real al fin y al cabo. En nuestra percepción se confunden todos los datos (reales o no) y se procesan juntos en nuestra mente como la comida en el estómago por muy separada que la hayamos tomado.
Y ese es el título de mi blog, algo tan cierto como la vida misma y algo tan falso como la misma vida. Y es que, amigos míos, en este clima de confidencias, siento tener que decirles, que he de confesar que...
sinceramente...
miento.

miércoles, 9 de enero de 2008

Pura Maldad


Los villanos, esos seres despreciables, malos y enfermizos que siempre hacen la vida imposible a nuestros héroes... ¿O no?
Dependiendo del punto de vista, un villano puede ser horrible, ser admirable, ser finalmente el que salve la situación o, ¿Cuántas damiselas se hubiesen quedado compuestas y sin novio si no hubiesen sido puestas “en apuros” por algún villano?
De entre todos los villanos que han pasado por la pantalla de cine que es mi vida he seleccionado los que en su día más me hicieron sufrir. Me refiero, como no, a los villanos de Disney. Por que, si de algo son expertos estos dibujantes, es de dibujar malvados y malvadas de caras agrias y oscuras intenciones.
A partir de hoy día 9 de enero de este recién estrenado año 2008 pondré en marcha una encuesta con cinco opciones para seleccionar al malo más maloso de las películas de Disney. La encuesta la podréis encontrar en la columna izquierda de mi blog, no paséis sin votar, que la encuesta solo durara una semana. Tras esa semana, escribiré un post dedicado a tan honorable villano, explicando intenciones, vida, obra, secuaces y causa de su perdición. Por que, si algo tienen en común estos personajes, es que todos, todos, perdieron al final de la peli...
Y aquí están mis cinco candidatos. Espero no dejarme ninguno que os haya aterrorizado en vuestras noches infantiles, si así es, lo siento, escribid un comentario dejando patente mi error y mi incompetencia. A lo que vamos, pensaba poner seis y poner tres hombres y tres mujeres por aquello de la ley de la igualdad y tal, pero luego concluí que las mujeres son más malas así que los tres hombres iban a ser en general mucho más buenos. (Ojo, que hablo a la hora de ser malos. Quiero decir, que puestos a ser malos, una mujer mala es mucho más mala que un hombre malo, aunque bien es cierto que en general hay más hombres malos que mujeres malas (Cuanta maldad en una sola frase madre mía...)). Y los nominados a peor villano Disney de la historia son:

1- Ursula: Como no, la divinísima Ursula, bruja del mar. Enemiga del Rey Tritón y de la sirenita Ariel. Uno de sus momentos estelares es la canción que se marca tratando de engañar a Ariel. Puntos a favor: Sin ella, Ariel y el príncipe no se hubieran conocido.

2- Jafar: Malo entre los malos, consejero del sultán y enemigo de Aladdín. Uno de sus momentos estelares fue el beso que le engancha a Jasmine (o la princesa a él). Pocas veces suele verse un beso de esas dimensiones en una película de dibujos. Puntos a favor: Ninguno, este tío es malo en todo lo que hace. Como mucho llevar a Aladdin hasta la lámpara maravillosa, pero recordemos que él y la princesa ya estaban juntos cuando es atrapado por Jafar.

3- Maléfica: Con ese nombre era indudable que iba a estar aquí. Es la mala de La Bella Durmiente. Enemiga de las hadas Flora, Fauna y Primavera y que contaba con un cuervo de lo más desagradable como amigo. Su disfraz recordaba al diablo con cuernos y todo y fue capaz de condenar a una niña solo por no ser invitada a su presentación. Momentos estelares: La transformación en dragón y la aparición en la presentación de Aurora. Puntos a favor: Era elegante como ella sola.

4- Hades: Como malo no tiene mucha maldad (considerando que es el Dios del inframundo y que trata con gente un poco rara). A pesar de sus poderes divinos resulta un poco patético a la hora de eliminar a Hércules. Momentos estelares: Su cinismo y su ironía han hecho que este villano entrara en la lista de honor. Puntos a favor: Hizo que Hércules espabilara un poco (vaya héroe más soso). Eclipsa con mucho al protagonista de la cinta.

5- Madrastra de Blancanieves: En realidad nadie sabe si madrastra o madre (las malas lenguas dicen que se dice madrastra para suavizar lo que hizo). Si fue madre, ella es la mala malísima por excelencia puesto que pidió a un cazador que le trajera el corazón de su hija en un cofre solo por que un espejo (que Dios sabe de dónde había sacado) le decía que ella era la más bonita del reino. Menos mal que la madrastra no era Paz Padilla, sino se hubiera quedado sin súbditas antes de ser ella la más hermosa.
Momentos estelares: La transformación en vieja (seguro que así le daba más confianza a Blancanieves que disfrazada de campesina agradable ¬¬) y la patada que le da a una manzana en las mazmorras para acercársela a un preso que murió de hambre tratando de alcanzarla. Si eso no es crueldad que me digan que es. Puntos a favor: Logró que los enanitos pusieran un poco de orden y limpieza en su casa.
6-Cruella Devil: Arpía y superficial donde las haya. No duda en despellejar a diecisiete cachorros con tal de hacerse un abrigo perfecto. Sé que dicho así no es nada comparado con el hecho de querer matar a su hija solo por belleza pero... ¿A quién no le da miedo esta mujer? Momentos estelares: Cuando aparece conduciendo su coche con esos ojos de desquiciada y la canción que le dedica Roger el principio de la peli son momentos inolvidables. Puntos a favor: Nos enseñó a todos que no se deben matar animales para hacer abrigos...

NOTA: Lo lamento por el Juez Frolo, Scar y el capitán Garfio que se han quedado a las puertas de entrar en la clasificación. (Si queréis rescatar a alguno de estos personajes decidlo y será rescatado).

And the winner is...

martes, 8 de enero de 2008

Pasad pasad, no os quedéis en la puerta...


Bueno, allá vamos. Doy marcha atrás, miro a los lados, cierro los ojos, cojo impulso y.... soy blogero! (O al menos eso creo).

Después de la fiebre blogera que he observado recientemente entre mis amistades no podía ser yo menos y dejar pasar esta oportunidad de contar a la gente todo lo que considere interesante, raro o bello.

Muchas veces os aburriré con mis relatos, poesías o reflexiones, pero quien sabe, puede que algo de lo que os cuente os interese a alguno...

Pues ya está hecho, he creado mi blog y esta es su presentación. Breve pero concisa.

Creo que os lo pasaréis tan bien como yo.

Dejad comentarios cuando vaya escribiendo cosillas para animarme a seguir escribiendo (o para que deje de hacerlo).

Un besazo desde el lado del corazón que nunca le duele a nadie ;)