miércoles, 1 de octubre de 2008

"MI corazón espera/ también, hacia la luz y hacia la vida,/ otro milagro de la primavera."

A un olmo seco - Antonio Machado.
Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido.

¡El olmo centenario en la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.

No será, cual los álamos cantores
que guardan el camino y la ribera,
habitado de pardos ruiseñores.

Ejército de hormigas en hilera
va trepando por él, y en sus entrañas
urden sus telas grises las arañas.

Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas en alguna mísera caseta,
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas;
antes que el río hasta la mar te empuje
por valles y barrancas,
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.

5 comentarios:

J. Jiménez Gálvez dijo...

Me encanta Machado.

Un pedacito de mí dijo...

Este poema me lo sé de memoria. Jaja.

:)

edu_art dijo...

la unica manera de no convertirnos en ese olmo viejo es manteniendo siempre la sonrisa.

te abrazo!

Laura dijo...

Esta noche me siento como ese Olmo Viejo... me reconozco en tus palabras y duermo acariciando la belleza del descubrimiento...

Pero a veces la vida te concede una tregua...y es cuando reconozco que ha valido la pena...

Es bonito visitarte, Marcos... Gracias!

Anónimo dijo...

¡Precioso!