miércoles, 3 de septiembre de 2008

Quemando recuerdos

Una vez, contemplando una hoguera en silencio, un amigo mío se sentó a mi lado y me dijo:
-¿Aún guardas las fotos y recuerdos de” ese amor”?-
Yo le miré, en silencio todavía. Él no me miraba a mi. Estaba contemplando absorto el baile de las llamas. El fuego se reflejaba en sus pupilas y parecía hacérselas más vidriosas de lo habitual. Creí que se iba a poner a llorar. Me pregunté en ese momento si él también echaba de menos a alguien, si esa pregunta no ocultaba en realidad una historia que contar.
-Sí, guardo todos los recuerdos de todos los amores.-
Él asintió en silencio y dejé de mirarle durante unos instantes. Volví a concentrar mi mirada en el fuego. No hacía calor, era una noche fría y nos encontrábamos a cierta distancia de las llamas. Las risas de los demás se oían muy lejanas, como en otra dimensión. No tardaría mucho en venir alguien que hubiera notado nuestra ausencia y llevarnos de nuevo con todos.
-¿Por qué lo preguntabas?-
Hizo un gesto con la boca antes de responder, como si no le gustase la respuesta. O quizás de desagrado por haber roto el silencio.
-Yo siempre quemo las fotos y las cartas. Los regalos los doy o los tiro. Es una manera de desprenderme del pasado y poder comenzar una nueva vida sin ataduras que me liguen a nadie.-
Nos quedamos en silencio. Yo no pensaba igual que él, el pasado siempre tiene que estar presente para poder aprender de él, pero era su dolor y cada uno lo lleva como quiere.
-¿Tú por qué los guardas?-
Sonreí.
-Por que son parte de mi vida. No tiraría antes una carta de un amor que una carta mía.-
-¿Y no te duele verlas o leerlas?-
-Sí.-

Aún estábamos mirando las llamas. Creo que le di un par de sorbos a mi cerveza.
-¿Entonces?-
-¿A ti no te duele recordar “ese amor”? ¿No te duele pasear por las calles por las que paseabais juntos? ¿No te duele saber que ahora está con otro? ¿No te duele recordar la forma en que os reíais de las mismas cosas? ¿O recordar como te miraba?-

-Sí, claro que sí.-
-¿Y con eso que haces? Eso no lo puedes quemar. Los recuerdos no es algo de lo que te desembaraces y punto. Va a estar ahí siempre. Y siempre te va a doler. Entonces, ¿Porqué quemar las fotos y las cartas? No me duele la foto, me duele recordar el momento que vivimos juntos. Y eso no se borra quemando la foto. No me duele la carta, ni el estilo de su letra. Me duelen las palabras...Y no las voy a olvidar nunca. Aunque queme la foto.-

-Entiendo.-
Pero no me entendía. Quizás esperaba una respuesta algo menos sentimental, tal vez pensaba que estaba borracho. Me daba igual. Yo jamás quemaría sus recuerdos. He de aprender a convivir con ellos como conviviría con unos antecedentes penales. Ningún delincuente pasa a ser inocente por quemar una sentencia o una multa. Ni se perdona a si mismo cuando sale de la cárcel. Eso es algo que solo se puede hacer por dentro.
-Además, no los quemaría por que no son sus recuerdos... sino los míos, y no pienso quemar una parte de mí mismo.-
Me puse en pie y me alejé de allí.

8 comentarios:

edu_art dijo...

justamente este tema lleva más de una semana (y de dos) rondando mi cabeza.
gracias.

Anónimo dijo...

la personalidad de una persona (su forma de ser, su modo de ver la vida, el como enfrenta las cosas, todo) se va forjsndo por medio de las vivencias que se tienen, y los recuerdos no son mas, que las muestras de lo vivido, te apoyo, 100% borrar un recuerdo, es imposible, y en elcaso que se lograra seria borrar una parte de la personalidad

Un pedacito de mí dijo...

Yo sin duda no quemaría ninguna foto.
Pero creo que no hay que recordar los amores pasados, y si lo haces que sea porque ahora estás estupendamente y simplemente te acuerdes de algo en un momento concreto y sin añorar nada.

Hala.

He dicho.

J. Jiménez Gálvez dijo...

Q weno q volviste.

A. dijo...

Este tipo de cosas hay que llevarlas con naturalidad, sin prisas y sin agobios; después de todo, le curten a uno, le guste o no. Respecto a los recuerdos, no siempre tienen que ser malos. Y en el caso de que sí lo sean, lo mejor será no dramatizar. Ya me doy cuenta de que lo que digo no tiene nada que ver con la realidad, pero hay que ser pragmático.

Buena historia, pero el fuego, todavía me hace sudar. ¡Que se vayan los calores! Un saludo.

Laura dijo...

...solo una vez quise olvidar y pensé que quemando fotos o tirando cartas, curaría mi pena. Me equivoqué, han pasado muchos años y él sigue en mi.

jorgeimer dijo...

Yo creo que quemar los recuerdos es como esconderlos, ponerlos a la sombra, donde, posiblemente pueden hacer mucho más daño.
Gracias por pasarte por el blog.Te sigo leyendo.
Un abrazo!

husky dijo...

es precioso escritor maldito, me ha encantado, tine una sencilles bestial, es tierno, cercano, se va introducciendo poco a poco en la mente, y luego el desenlace es genial, si señor. me encanta!!!!!!!!!!!