Últimamente me visita mucho el recuerdo. El tiempo, el pasado, la adolescencia...
He aprendido a mirar atrás con nostalgia y sin remordimiento.
El pasado ha venido a verme, nos hemos sentado, hemos charlado de cosas, nos hemos mirado a los ojos, hemos luchado a vida o muerte en un duelo (sin espadas, pero con heridas)... y he vencido.
La verdad es que no he sentido satisfacción alguna por vencer. He sentido mucho miedo de haberme podido dejar ganar. De haber podido dejarme llevar por ese que fui.
Ya no soy el mismo. Miro hacia atrás y me siento orgulloso.
Yo soy mi pasado, sí, pero ahora soy mucho más que eso.
Disfunção Erétil
Hace 7 años
3 comentarios:
Eso, eso!!!!!! Desempolvando el superego, que nunca viene mal. :D
Eso,amigo mío, es la loca carrera de la madurez con miles de bifurcaciones a explorar...
Hace poco leí "El entenado" de Juan José Saer y reflexiona muy bien sobre eso del pasado y el recuerdo. Te lo desgranaría, pero seguro que prefieres hacerlo por tí mismo. Recomendación absoluta.
Por cierto, en principio voy a cerrar el blog por un tiempo. Quería agradecerte sinceramente tu colaboración activa todo este tiempo.
Un abrazo fuerte!
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