Slumdog Millionaire, la sorpresa previsible.

Mucho mejor historia de lo que me esperaba, mucho mejor contada de lo que imaginaba, pero absurdamente sobrevalorada. Y ojo, que nadie piense que me estoy colocando del lado de los críticos que critican a los críticos fáciles, no. Simplemente me pongo del lado del espectador inocente que ve una película sin cuestionarse si es cine independiente, si es un taquillaza, si la rueda tal o cual director, etc.
Es una película que me ha gustado en general, cuando a mi los relatos de miseria y pobreza no suelen gustarme. Creo que ha sabido combinar en su justa medida el humor, el cinismo y el drama, sin llegar a ser cargante con la pobreza y la miseria que todos estamos hartos de ver en filmes de este tipo. Era muy fácil caer en la demagogia y al final el director ha conseguido salvarse (por muy poco).
En cuanto al final de la historia, muy predecible, un final dulzón para una película que trataba de ser cruda sin llegar a incomodar, quedándose sólo en un relato interesante sobre algo que podría ser, pero que todos sabemos que no va a llegar a ser.
Quizás el ritmo sea algo repetitivo, pero una vez entras en el juego de la película, se hace muy cómodo entenderla, quizás a mi me ah resultado más fácil acostumbrado como estoy a los flashback a los que nos tiene acostumbrados la serie de “Lost”.
En cuanto a sus nominaciones a los Oscar, no sé si es justo que esté entre las seleccionadas como mejor película.
Sí me gustaría destacar el papel del actor protagonista, tan injustamente pasado por alto por casi todas las críticas de la película.