lunes, 31 de agosto de 2009

Elegy, la película espía.



Elegy es, como poco, el agujerito por el que se ve a la gente cuando actúan sin que nadie les observe. Da la impresión de estar interrumpiendo constantemente escenas íntimas entre gente corriente.
Me sorprende el hecho de que no haya sido representada en un teatro, combina perfectamente la sobriedad de escenarios y los diálogos típicos del teatro. Todo esto contribuye sin duda a centrar la trama y las acciones en los personajes principales, todos atormentados por algún tipo de soledad.
Cabe destacar la actuación espectacular de Ben Kingsley en el papel protagonista y la perfecta dirección de Isabel Coixet.
Es muy recomendable verla en versión original debido a que el doblaje de Penélope Cruz, al igual que en todas las películas en las que participa, deja bastante que desear.
Quizás la peor parte de la película sea lo intensa que puede llegar a ser, sin darte un segundo de respiro entre momentos de intimidad y conversaciones relevantes y trascendentales.
Aún así, una película muy recomendable que habla no sólo del amor entre un viejo profesor y una de sus alumnas, sino de la vida en sí. De la vejez y la juventud, de las aventuras, de la enfermedad, del arte, la literatura y las relaciones entre padre e hijo.
No podéis perdérosla.

viernes, 21 de agosto de 2009

Aquí un irrepetible...agobiado

Hoy quizás no iba a hablar de estas cosas, pero uno nunca sabe dónde acabarán sus pensamientos ni como reaccionarán sus dedos al ponerse a escribir algo que no quieren escribir. Es así de simple, hoy no iba a hablar de lo que hablo, pero es algo que, ni vosotros ni yo, podemos evitar.

Y así me decido a hablar del tiempo. No de los rayos y tormentas, sino de los segundos y días. De la vida en general, que al final no es más que tiempo y estupideces. Del tiempo y de como se va, resbalándose entre los dedos... de como me agobia saber que no hago nada, que la vida se va y se escapa. A veces me agobia tanto que tengo que cerrar los ojos y respirar lento. Otras veces moriría por poder parar el tiempo en un instante, por no ser capaz de transmitir todo lo que quiero transmitir con palabras. Siento que necesito mucho tiempo, tiempo que no tengo, para lograr ser quien quiero ser y lo que quiero ser. Y me agobio. Quisiera poder estar allí, entre aquellas carreteras, rodeado de gente y contemplando aquel cielo. Nunca más lo volveré a contemplar, sus colores no son los mismos y no lo podré transmitir. Ni siquiera lograré recordarlo con la absoluta precisión que se requiere. Ese momento pasó y nada puede hacerlo volver. Ni una foto, ni un vídeo, ni el tiempo... todo es irrepetible. Incluso aunque vuelvas a leer esto (cosa que dudo) ya no serás la misma persona que lo leyó la primera vez, tendrás menos tiempo de tu vida, no tendrás las mismas sensaciones, ni las mismas experiencias, nada será como antes.
Eso de "vive el momento presente" es muy bonito, pero agobia que no veas...