domingo, 30 de noviembre de 2008

"I hope you blow away"

Sexed Up" - Robbie Williams

Loose lips sunk ships
I'm getting to grips with what you said
No it's not in my head
I can't awaken the dead
Day after day

Why don't we talk about it
Why do you always doubt that there can be a better way
It doesn't make me wanna stay

Why don't we break up
There's nothing left to say
I got my eyes shut
Praying they won't stray
Oh we're not sexed up
That's what makes the difference today
I hope you blow away

You say we're fatally flawed
When I'm easily bored
Is that OK?
Strike me off your list
Make this the last kiss
I walk away

Why don't we talk about it?
I'm only here don't shout it
Give 'em time, you'll forget
Let's pretend we never met

Why don't we break up?
There's nothing left to say
I got my eyes shut
Praying they won't stray
Oh we're not sexed up
That's what makes the difference today
I hope you blow away

Screw you
I didn't like your taste anyway
I chose you
That's all go to waste it
It's Saturday
I'll go out and find another you

Why don't we?
Why don't we break up?
There's nothing left to say
I got my eyes shut
Praying they won't stray
Oh we're not sexed up
That's what makes the difference today
I hope you blow away
I hope you blow away
I hope you blow away

viernes, 28 de noviembre de 2008

Muerte en la rectoría - Michael Innes

Se trata, sin duda, de un claro ejemplo de literatura policiaca de corte europo de mediados y fnales del siglo XX.

El planteamiento es sencillo: Un asesinato (el del rector de la inventada unversidad) en un entorno cerrado (la misma universidad, a la cual sólo se puede acceder gracias a un número limitado de llaves) al que sólo tienen acceso unos pocos personajes que componen el total de los sospechosos. Un elemento extraño (en este caso un detective), se introduce en ese entorno y trata de desenmarañar lacompleja red de relaciones que haye stablecida entre los sospechosos.


¿Qué tiene esta novela de especial entonces?
Bien, es cierto que su estructura básica responde a los cánones clásicos de la novela de misterio, pero esto solo sirve al autor (Michael Innes), como excusa para hacer un análisis psicológico profundo de los personajes y tranformar una novela de misterio en una novela intensa de caracter sociológico.
El toque original deriva de la situación especial de los personajes. El escenario es la Universidad, un entorno culto donde todos ls habitantes son inteligentes (en cierta medida), elocuentes y buenos oradores. El detrctive, por tanto, debe situarse al mismo nivel y desarrollar una "batalla dialéctica" para desenmascarar a los personajes.


Quizás se le pueda achacar un desprecio excesivo por las pruebas materiales frente a la psicología de los sospechosos. El autor está demasiado influido por Freud y su psicoanálisis.
Mantiene la tensión abierta hasta el final, lo cual provoca que al resolverse, se haga de una forma brusca, terminando el libro de golpe y dando a la solución un aire de premura y subrealismo que la hace inverosímil.
A mi entender, el final queda abierto e incompleto, lo cual estropea un conjunto novelado muy interesante que obliga al lector a una atención continua y supone un reto intelectual que ya no se encuentra en la literatura actual. He de matizar que no creo que sea un mal final porque sea abierto, al contrario, un final abierto suele ser, para mi, un final completo. Creo que lo máximo que se puede dejar de abierto un final en una novela de misterio es no narrando, ni siquiera mentando, el castigo del autor del crímen, ya que esto es una de las principales características de este tipo de novelas (no tratan de ser moralizantes, muchas veces, ni siquiera hay un castigo para el criminal, únicamente se trata de resolver el misterio, no de juzgar o enjuiciar los actos de los personajes).

Finalmente, me gustaría destacar la autorreferenciación constante a la novela de misterio en sí misma. El detective no para e hablar de lo paradójico del caso y s similitud con una novela policiaca, ridiculizando el género y provocando una sensación de verosimilitus muy elevada que hace que el lector se piense que no esta leyendo una novela de misterio.
Pero la intertextualidad no termina ahí. Uno de los protagonistas (un sospechosos tempranamente descartado), es un profesor que se dedica en sus ratos libres a la creación de novelas de misterio y que ofrece su ayuda comparando constantemente el caso "real" con las novelas que el escribe.
Esto genera un juego de espejos entre novela y realidad que desorienta al lector y le obliga a estar alerta constantemente para no perderse entre el juego dialéctico y la capacidad narrativa del autor.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

"¿Que por qué estaba yo con esa mujer? Porque me recuerda a ti.
De hecho, me recuerda a ti más que tú."

Groucho Marx

Bueno, sin razón. Es una frase que me ha parecido diverida y sincera. ¿Cuántas veces otras personas nos han recordado la manera de ser de ciertas personas más que ellas mismas? ¿Cuántas veces hemos buscado a gente en brazos de otra gente? Pues eso, sin razón.

lunes, 24 de noviembre de 2008

De canciones

“Quiero reír como lo hicimos esa madrugada”.
Eso me cantaba Luis Fonsi al oído aquella mañana. Como tratando de hacerme recordar, de llevarme a un sitio gris y olvidado donde empezar a ponerme triste.
Nunca había entendido esa manía mía de escuchar canciones deprimentes los días nublados. Quizás los días se nublaban cuando yo escuchaba canciones deprimentes, no sé. El caso es que Luis Fonsi a veces me gustaba y a veces no entendía como podía vivir de su música... A veces me cantaba al oído tonterías y a veces me lanzaba dardos envenenados.
Frases estúpidas. Sólo una cadena de palabras vacías que pesaban como una losa sobre mi cabeza.
Intenté no recordar, no dejar entrar a la melancolía y no sabía si lo estaba logrando.
Llovía mucho. Era tan fácil llevarse sin querer al estado lamentable de la autocompasión... era tan fácil revolver mis recuerdos buscando alguno que rumiar insistentemente mientras se ve llover.
Era demasiado fácil como para que yo, débil por definición, no me dejara llevar, arrastrado como estaba por la lluvia y por Luis Fonsi.

“You think that I´m strong, you´re wrong”
Robbie Williams venía, no a salvarme como cabría esperar, si no a darme un último empujón., a dejarme caer por aquel vacío que se abría ante mis pies. Pensé, pues es lo único que se me da bien cuando llueve, que también había frases que eran como golpes. Que te desarman y te dejan desnudo. Robbie Williams lo había conseguido. Se había colado en silencio en mi cabeza hasta colocarse a mi espalda.
En ese momento, y sin que yo pudiera evitarlo, destrozó el muro que tenía colocado frente a la lluvia.
Yo no era fuerte, ni creo que lo sea nunca. Pero eso no lo sabe (ni tiene que saberlo) nadie. Ese es mis secreto (y ahora el de Robbie Williams).
Tenía dos problemas:
El primero era que me sentía vulnerable, débil e indefenso ante cualquier recuerdo que acudiese a mi memoria. Me veía incapaz de decir: “Deja de pensar en chorradas”. Porque para mi no eran chorradas. Yo quería reír como lo hice esa madrugada, yo quería que todos pensaran que era fuerte.
Y el otro era que seguía lloviendo. La lluvia es a mi tristeza como la miel para las moscas. Me veía incapaz de recordar un solo día lluvioso en el que hubiera sido feliz.
Estaba paralizado. Me encontraba entre la absurda necesidad de salir corriendo y la de ponerme a gritar.
Aún no estaba todo perdido. Quizás si lograba quitar la música y ponerme en pie no sería demasiado tarde.
Aún no me había dejado arrastrar. Robbie Williams se había ido, abatido, junto a Luis Fonsi. Había ganado este asalto, pero aún quedaba muchas tarde... y no tenía pinta de parar de llover...

sábado, 22 de noviembre de 2008

Por todos los días perdidos y las tardes sin sentido.

Un sábado más, una tarde perdida, una noche por delante, un domingo agotador y otra semana más. ¿Así hasta cuándo?

jueves, 20 de noviembre de 2008

Dos palabras

Te besé en la boca y me aparté despacio. Mis labios ardían por el contacto con los tuyos. Tardabas en abrir los ojos y pude deleitarme contemplando la forma en la que no me mirabas cuando nos besábamos. Tus pestañas caían de forma informal sobre tus mejillas, acariciándolas, cerrando el paso a la luz y al dolor a tus ojos de aguamarina. Me contuve las ganas de besarte los ojos y sonreí. Tenías la boca semiabierta, esperando la llegada de un segundo beso, ansiosa. Avancé un dedo torpe, esperando que no abrieras los ojos, y acaricié tus sonrosados labios, muy suavemente, temiendo romper el encanto. El labio de abajo hacía un semicírculo carnoso en el que reposaba un labio superior prácticamente inexistente. Te amé tanto en ese momento que creí que iba a dejar de respirar, que temí que el mundo se fuese a parar para siempre en aquel momento, que me dio igual desaparecer de la faz de la tierra si me llevaba ese sentimiento conmigo. Rezaba porque no abrieses los ojos, porque permanecieses así durante horas, durante el tiempo necesario para memorizar cada detalle perfecto en mi cabeza para siempre. Sonreíste. Sin poder evitarlo sonreí también. Tu cara se giró y se acercó a mi mano. Abrí todos los dedos y agarré tu rostro con suavidad. Paseé el pulgar por delante de tu oreja, deslizándolo despacio por tu mejilla. Estaba suave. Noté como se te habían puesto de punta los pelos del final de la cabeza y me estremecí. Me acerqué despacio y deposité otro beso en tus labios. No abrí mi boca, solo apreté, suaves pero con firmeza, mis labios a los tuyos. Luego te besé la punta de la nariz, haciéndote sonreír de nuevo y luego la frente. Quería besar cada parte de tu rostro. Aparté algunos mechones de flequillo con la mano que me quedaba libre y, después, te acaricié la cara con el dorso de la misma. Tu rostro pareció cobrar vida y tus labios se acercaron despertando hasta mi mano para besarla. Me acerqué hasta tu oído y susurré un “te amo” con voz queda, casi sin sonido, ahogado por la emoción y la cantidad de saliva que se agolpaba en mi garganta. Apoyé mi cabeza en tu frente y cerré los ojos para escucharte decir un “yo también” emocionado, firme, seguro, simple y desgarrador. Dos simples palabras. Las dos palabras que más feliz me habían hecho en toda mi vida.

martes, 18 de noviembre de 2008

"Pues amémonos hoy mucho, y mañana/digámonos: ?¡Adiós! "

RIMA-LVIII

¿Quieres que de ese néctar delicioso
no te amargue la hez?
Pues aspírale, acércale a tus labios
y déjale después.

¿Quieres que conservemos una dulce
memoria de este amor?
Pues amémonos hoy mucho, y mañana
digámonos: ?¡Adiós!

Gustavo Adolfo Bécquer

domingo, 16 de noviembre de 2008

El nudo de la corbata.

Siempre le había preocupado mucho el aire que respiraba en la estación de autobuses. -No podía ser bueno, se decía tratando de taparse la nariz con la manga de la chaqueta del traje. Miraba las paredes y el techo de la oscura estación. Estaban todos ennegrecidos por el humo de los tubos de escape. Arrugó la nariz.
La cola para subir al bus avanzaba despacio, paso a paso. A Ricardo le recordó a las filas que hacen algunos animales para entrar al redil, todos en fila, todos al mismo paso, todos iguales, todos en el mismo vehículo... Se sentó en un asiento, aliviado de poder respirar, aunque el leve olorcillo del monóxido de carbono siguiera en su nariz y en su lengua.
Se puso a pensar en ella cuando una señora cubierta con un abrigo enorme y un millón de bolsas, trató de meterse a presión en el asiento de al lado. Ricardo la miró con cara de pocos amigos. Odiaba que se sentaran a su lado en el bus, la gente le invadía el espacio.
Como Marta. Con ella no podía haber espacio para nadie más. Ella lo llenaba todo. ¿No hacía mucho calor?
Se lo merecía. Claro que se lo merecía. Todo este tiempo había hecho de él lo que había querido, le había tenido alejado cuando necesitaba estar sola, le llamaba cuando necesitaba cariño. Siempre era ella, todas las horas eran ella.
¿Por qué se sentía tan mal entonces? Se desaflojó el nudo de la corbata y se quitó la chaqueta. La señora que iba a su lado en el bus resopló cuando Ricardo casi le saca un ojo con el codo. En otro momento, le habría sonreído y pedido perdón, pero ese día se limitó a mostrarle un colmillo de manera amenazadora. La mujer se calló y miró para otro lado.
¿Por qué demonios hacía tanto calor en ese autobús? ¿Es qué nunca iban a salir de la estación?
El conductor, obedeciendo quizás los deseos de Ricardo, se puso en marcha y los arrastró a todos por una serie de curvas sin sentido hasta llegar a la salida de la estación.
-Así me siento yo.- Pensó. – Dando vueltas en la oscuridad dentro de unas paredes envenenadas, intoxicadas por el humo del vehículo que me lleva.-
Era una alegoría bonita, pero seguía sin hacerle sentir mejor.
–Esa zorra se lo ha buscado. Es por tu culpa cariño. Te odio Marta.-
La odiaba mucho en ese momento. A lo mejor Ricardo pensaba que proyectando contra ella todo su odio se sentiría mejor luego. Pero no lo conseguía.
Pensaba, o quería pensar, que Marta le había lanzado a los brazos de Raquel de manera irremediable, aunque en el fondo de su corazón sabía que siempre había sido una elección suya. Se maldecía por tener conciencia. Estaba seguro de que todas las parejas que habían durado mucho tiempo habían pasado por unos cuernos, pero empezaba a dudar de la eficiencia de tal medida.
Le habían dicho que después de poner los cuernos volvería arrepentido a los brazos de Marta, que se esforzaría pro complacerla para que ella no notase nada, pero Ricardo no era así. Ya en el metro se había estado preguntando la verdadera razón de haber podido hacer lo que había hecho.
-He sido capaz.- Se decía .- Eso tiene que querer decir algo.-
Había quedado con Raquel solo para ver si podía hacerlo. Y podía. ¿Y por qué había podido? La pregunta le atormentaba.
Se pasó la mano por el pelo engominado. Le daba igual despeinarse, ya estaba sudando.
-Si he podido hacerlo es que quizás las cosas no van tan bien como yo pensaba.-
La señora cogió su móvil, después de casi empotrar a Ricardo contra la ventana, y se puso a conversar con alguien que debía padecer algún tipo de deficiencia auditiva, pues todo el autobús se estaba enterando de la llamada. Ricardo la fulminó con la mirada, pero ella parecía ajena a que se encontraba en un transporte público.
Se arremangó la camisa y se quitó definitivamente la corbata. Estaba harto de ese calor.
Decidió no pensarlo más. Había ganado. Le había puesto los cuernos por que se lo merecía. No iba a cambiar de opinión.
Respiró profundamente. Se sentía mucho mejor. Sonrió incluso.
-He ganado. Le he puesto los cuernos y nadie se enterará jamás.- Corrió la cortina de la ventana para que entrara el sol del atardecer. –Marta ya no domina mi vida.-
Se sentía exultante, se sentía nuevo, se sentía deseado por otra mujer, no despreciado por Marta, se sentía libre. Ya sabía que había vida más allá de su relación. Sabía que el mundo no terminaba donde acababan las sábanas de su novia. Ya le daban igual sus amenazas, no tenía porque permanecer a su lado, ella podía abandonarlo si quería, el mundo no se iba a parar, la vida iba a seguir.
Ya no era una posesión de Marta. Era, por fin logró saberlo, libre.

viernes, 14 de noviembre de 2008

¿Racista yo?



A veces creo que la gente es un poco así, un poco Susanita y que a todos se nos llena la boca diciendo que somos tolerantes y solidarios, pero que tan solo representamos un papel que toca representar en la sociedad. Hay que ser modernos, hay que ser liberales, hay que ser tolerantes. Sí, hay que serlo, pero si hay algo peor que ser racista (xenófobo, homófobo, misógino, fascista, misógino, etc.) es serlo, pero a escondidas.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

"¿Dónde está la noche que me diste entera?"

Rebuscando por mi memoria musical encontré esta canción que hacía muchísimo tiempo que no escuchaba y que me hatraido bastantes buenos recuerdos de una época ya lejana... Lo que me haga sentir ahora cuando leo la letra es otra cosa.

OBK- Quiéreme otra vez.

Pídeme que yo seré lo que tu quieras
Quiero ser la vida que nunca me dieras
¿Dónde está? la noche que me diste entera
Por pedir te pido que me quieras

Si por las noches la oscuridad
Te cuenta cosas que no son verdad
La cara oculta de esa verdad
Sin ti no puedo ni respirar

Quiero tus alas para volar
Vivo pisando por donde vas
Quiero tu boca poder besar
Quiéreme otra vez

Quiero esas luces para bailar
Que el mundo sepa que somos dos
Quiéreme otra vez
Que ya no sé qué hacer

Si te vas mi vida se convierte en cero
Soledad que viene cuando no la espero
Vísteme con las palabras que yo quiero
No serás en mí sólo un recuerdo

Si por las noches la oscuridad
Te cuenta cosas que no son verdad
La cara oculta de esa verdad
Sin ti no puedo ni respirar

Quiero tus alas para volar
Vivo pisando por donde vas
Quiero tu boca poder besar
Quiéreme otra vez

Quiero esas luces para bailar
Que el mundo sepa que somos dos
Quiéreme otra vez
Que ya no sé qué hacer

lunes, 10 de noviembre de 2008

La felicidad...

"La felicidad es la certeza de no sentirse perdido."
Jorge Bucay
Y si no es felicidad, al menos da tranquilidad.

sábado, 8 de noviembre de 2008

Sábado entretenido...

Sentado en ela silla de mi cuarto, frente al ordenador y con apuntes y libros abiertos desparramados por la habitación pasaba la tarde del sábado 8 de noviembre de 2008.
Me dije a mi mismo que quizás no fuera el mejor modo de pasar la tarde, pero que gracias a perder esa tarde, gnaría otras muchas más adelante. Quizás fuera verdad, o quizás solo me trataba de autoengañar...
Sólo sabía que aún me quedaba mucho rato de estar encerrado allí, viendo como poco a poco la luz del sol me dejaba en penumbras y yo me levantaba a encender las luces...

Pero esta noche... no me quita nadie la fiesta de esta noche...

jueves, 6 de noviembre de 2008

Adopta un amigo!

Hoy me dirijo a vosotros para transmitiros un información importante.
Una amiga mía dirige un blog coordinado por la asociación de protección de los animales en la que colabora.
Hoy solo quiero haceros llegar su dirección, por si podéis hacer algo por la cantidad de animales que se encuentran sin hogar o al menos trasmitir la dirección de la página a algún amigo.

Espero que le echéis un vistazo aunque sea.
Muchas gracias.
http://adopta1amigo.blogspot.com/

martes, 4 de noviembre de 2008

¿El efecto mariposa?

A veces miró atrás y pienso que no debería haber hecho esta o aquella cosa. Incluso hoy en día me atormentan algunas situaciones en las que quizás no supe salir airoso. Pero siempre (y cuando digo siempre me refiero a SIEMPRE, así, con mayúsculas y si quereis, subrayado y en negrita), cuando ha pasado el suficiente lapso de tiempo, uno al mirar atrás ya no se arrepiente, ni se siente ridículo. Es más, comprende, que todas las acciones tienes sus consecuencias y que muchas de las cosas malas del pasado son las culpables indirectas o directas de lo bueno que tenemos en el presente.


Creo que esto, bien explicado, es algo así como el efecto mariposa, pero yo me centro especialmente en las acciones que repercuten en nuestra propia vida. Nadie sabe qué e deparará el futuro, pero sí que puedo decirte que cada palabra que pronuncias (o que no pronuncias) es un camino nuevo en los millones de ellos que te puedes encontrar a cada segundo. Y que si no hubeiras hecho todo lo que has hecho, si no hubieras dicho todo lo que has dicho y si no hubeiras dejado de hacer todo lo que no has hecho ni callado todo lo que no has dicho, no te encontrarías ahora sentado frente al ordenador leyendo estas líneas.


Eso da que pensar. Porque cada acción cuenta. Hay (o habría) otra relidad paralela que se desdobla en cantones diferentes cada vez que se nos presenta la oportunidad de elegir. Y quien sabe donde estaríamos ahora si hubieramos cruzado corriendo esa calle, si no hubieramos perdido ese metro, si nos hubieramos atrevido a decir "te quiero"...


¿Y entonces esta realidad que vive cada uno es la correcta? Bueno, me gustaría pensar que si no es la correcta, al menos es la mejor para que aprendamos algo de la vida. Deberíamos ser capaces de ver todo esto cuando nos pasan las cosas, cuando se nos plantea la situación de elegir. Todo pasa por algo, o al menos eso dicen, y si elegimos correctamente en cada momento, la vida nos llevará sola hasta ese lugar que hemos estado esperando durante tanto tiempo... pero hay que ser valientes. Muchas veces, elegir significa dejar algo atrás, o lanzárse a lo nuevo, pero si no elegimos nosotros, la vida lo hace ella sola... y luego no hay marcha atrás.

domingo, 2 de noviembre de 2008

"Eras, instante, tan claro./Perdidamente te alejas,"

LUIS CERNUDA- Eras, instante, tan claro...

Eras, instante, tan claro.
Perdidamente te alejas,
dejando erguido al deseo
con sus vagas ansias tercas.

Siento huir bajo el otoño
pálidas aguas sin fuerza,
mientras se olvidan los árboles
de las hojas que desertan.

La llama tuerce su hastío,
sola su viva presencia,
y la lámpara ya duerme
sobre mis ojos en vela.

Cuán lejano todo. Muertas
las rosas que ayer abrieran,
aunque aliente su secreto
por las verdes alamedas.

Bajo tormentas la playa
será soledad de arena
donde el amor yazca en sueños.
La tierra y el mar lo esperan.

Ya ha llegado el otoño y tiene un parecid espantoso con el invierno, veremos como le plantamos cara a nuestro amigo de blanco...